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Mientras tanto, el Gobierno “progresista”, con su intercambio de favores con Marruecos esta contribuyendo enormemente a la inestabilidad en toda la ribera sur del Mediterráneo. Hacer caso a omiso a las operaciones híbridas que protagoniza Marruecos en el Sahel y en el Sahara Occidental, es tolerar el crecimiento de una fuente de inestabilidad cuyo efecto repercutirá, sin duda, sobre el territorio nacional español: migraciones masivas de zonas en conflicto como Malí; atentados terroristas; y narcotráfico.
En fin, lo mas adecuado para una política exterior española seria y con personalidad, hacia el Sahara Occidental, sería asumir las responsabilidades como potencia regional capaz de aportar al cumplimiento de las resoluciones de la ONU respecto al conflicto del Sahara Occidental. Es decir, revocar los Acuerdos Tripartitos de Madrid; dar el estatus diplomático al Frente Polisario y reconocerlo como movimiento de liberación nacional; abogar por el respeto del derecho comunitario en lo referente a los acuerdos comerciales con Marruecos; y tener una actitud proactiva con el propósito de conseguir una solución basada en la autodeterminación del pueblo saharaui, tal y como indica el mandato de la MINURSO. En suma, saber decir no a las peticiones del régimen marroquí.
Leer artículo completo en el original: La causa saharaui y las relaciones hispano-marroquíes – últimoCero | Noticias de Valladolid