ECSAHARAUI
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Escasez de agua potable y alimentos
En casi todos los campamentos sufren la escasez de agua y alimentos, los refugiados depende de la ayuda exterior en gran medida. Smara, el distrito más poblado de los campamentos de refugiados saharauis, es el más afectado por la falta de agua potable y la falta de los alimentos básicos. Las autoridades locales no escatiman ningún esfuerzo, pero la crisis es mucho más superior que sus posibilidades.
El Aaiún, el más próximo a la ciudad de Tinduf, no tiene agua ni electricidad a diferente a los otros campos de refugiados. Este distrito es el peor que está sufriendo los efectos del confinamiento y la crisis de la Covid-19.
La Unión Europea -es uno de los principales donantes humanitarios a nivel mundial- está a la vanguardia de identificar e intervenir en esas crisis que han escabullido de la atención internacional. Estas llamadas «crisis olvidadas» han persistido, pero a pesar de las importantes necesidades humanitarias, reciben una ayuda internacional insuficiente.
Situación precaria, falta de alimentos y medicina.
Los saharauis entienden de espera. Esperaron unos meses, después unos años y así superaron las más de cuatro décadas bajo la sombra de una jaima construida en medio de uno de los desiertos más inhóspitos del mundo.
El Sáhara Occidental es una colonia de España, cuando los militares españoles abandonaron el territorio el por entonces rey de Marruecos, Hassan II, ordenó la conocida como Marcha Verde a través de la cual miles de colonos marroquíes invadieron el territorio. Cuarenta y cuatro años después nada ha cambiado.
Entre tanto, la Pandemia global de Covid-19 que está azotando a todo el mundo no sirvió para aliviar a los refugiados saharauis de la difícil situación en la que viven y para que se olviden durante unos días de las condiciones duras del desierto.
«Las condiciones de vida son duras en estos días. La mayoría de nuestra población ya no tiene el precario trabajo que tenía, sin agua potable, y dependemos totalmente de la ayuda internacional externa para subsistir pero no llega», cuenta un ciudadano del campamento de El Aaiún.
«Aquí en este campamento dos tercios de las mujeres sufren de anemia, y un tercio de los niños sufre de desnutrición crónica. Anteriormente, los refugiados saharauis trataban de auto-ayudarse mutuamente, pero la situación actual azotada por la Covid-19 ha cambiado: los jóvenes ya no tienen trabajo en las wilayas vecinas», añade.
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ECSaharaui.com: El impacto de la Covid-19 en los campamentos saharauis, la seguridad alimentaria bajo amenaza por los efectos de la crisis sanitaria