Madrid (España), 28 de julio de 2020 (SPS)- La Coordinadora Estatal de Asociaciones Solidarias con el Sahara (CEAS-Sahara) se ha dirigido a la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) para trasladar “la preocupación extrema del movimiento solidario español con la población saharaui ante la llegada de los primeros casos de COVID-19 a los campamentos de refugiados saharauis”.
En una carta enviada con carácter de urgencia la jefa de la Oficina de Acción Humanitaria, Cristina Gutiérrez Hernández, Ceas-Sahara advierte que “las condiciones sanitarias de los campamentos son muy precarias, no cuentan con todos los medios y materiales necesarios para hacer frente a esta pandemia”.
Asimismo, recuerda que “tras 45 años exiliados en el desierto más inhóspito, las autoridades saharauis han sido capaces de retrasar la llegada del virus con numerosas campañas de prevención y concienciación a la población”.
Lamentablemente, añade la organización solidaria, las medidas implementadas por la RASD “no han podido evitar la entrada del virus, y los campamentos de población refugiada saharaui a día de hoy han dejado de ser uno de los pocos territorios del mundo libres de coronavirus”.
Recalcando sobre las condiciones propias de unos campamentos de refugiados, ubicados en la región más inhóspita del mundo, la plataforma de solidaria con el pueblo saharaui ha advertido que “la expansión del virus puede ser muy rápida, en poco tiempo podemos encontrarnos con una catástrofe humanitaria de dimensiones inigualables en esa zona”.
Ante un complejo escenario, marcado por la crisis sanitaria internacional y la rápida propagación de la COVID-19, CEAS-Sahara ruega a la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo apoyar los esfuerzos de la Media Luna Roja Saharaui y el Ministerio de Salud Pública de la RASD con “el envío de ayuda humanitaria urgente a los campamentos y medios necesarios para minimizar el impacto de la COVID-19 en los campamentos de personas refugiadas saharauis en Argelia”.
Quien también ha mostrado su preocupación ante la aparición de la COVID-19 en los campamentos de refugiados saharauis ha sido la Oxfam Intermón. La ONG ha señalado que “las condiciones de salud preexistentes en los campamentos son muy preocupantes y podrían hacer que este brote sea particularmente peligroso. El 52% de las mujeres que viven en los campamentos padecen anemia, más del 11% de los adultos tienen diabetes y el 6% viven con enfermedad celíaca, la prevalencia más alta del mundo”.
“Esta es la noticia que la gente aquí ha estado temiendo. Los refugiados saharauis han sido desplazados durante 45 años en el duro desierto argelino, donde la comida y el agua son escasos y muchos sufren vulnerabilidades preexistentes. La infraestructura de salud en los campamentos es demasiado frágil para hacer frente a la posible catástrofe que podría traer COVID-19 «, ha señalado el portavoz de la organización humanitaria internacional.
La misma organización ha denunciado que «la comunidad internacional ha pasado por alto la crisis de refugiados saharauis durante más de cuatro décadas, y ahora lo que está en juego no podría ser mayor».
A pesar de las estrictas medidas impuestas por el Gobierno saharaui en los campamentos de refugiados y en las zonas liberadas, La Ministra de Salud Publica Saharaui, Jira Bulahi Bad, anuncio el pasado 23 de julio de 2020 la confirmación de cuatro casos positivos por COVID19. Al día siguiente las autoridades sanitarias confirmaban el primer fallecimiento a causa del virus.