El 14 de noviembre de 1975, el último gobierno de la dictadura firmó, en Madrid, un acuerdo vergonzante que facilitó la ocupación por el ejército marroquí, a sangre y fuego, del territorio del Sáhara Occidental. Este territorio había sido, hasta ese momento y desde 1958, la provincia número 53 de España y, en consecuencia, los saharauis eran españoles; el acuerdo de Madrid fue una punible traición en toda regla, del Gobierno y del entonces Príncipe de Asturias y Jefe de Estado Interino, hoy rey emérito, Juan Carlos de Borbón, que lo propició.
