TRAS LA REANUDACIÓN DEL CONFLICTO ARMADO EN EL SÁHARA OCCIDENTAL, JÓVENES SAHARAUIS QUE VIVEN EN NAVARRA SE PREPARAN ANTE LA POSIBILIDAD DE ACUDIR A LA GUERRA, DONDE, AHORA MISMO, TIENEN A FAMILIARES Y AMIGOS LUCHANDO
UNAI YOLDI HUALDE / UNAI BEROIZ
El pasado 13 de noviembre Marruecos rompió el alto al fuego al entrar en Guerguerat, donde saharauis se manifestaban pacíficamente
Marruecos y el Frente Polisario firmaron un alto al fuego en 1991 y la ONU se comprometió a organizar un referéndum que todavía no se ha celebrado
Los jóvenes saharauis hacen el símbolo de la victoria junto a una pancarta de apoyo en Aoiz
Son hijos del desierto. Mulaydris, Abdallahi, Brahim-Salem, Rachid, Salem y Abba crecieron entre casas de adobe y jaimas en los campamentos de refugiados saharauis de Tinduf, en el lugar más inhóspito de la hamada argelina. Por diferentes circunstancias, estos seis jóvenes salieron de aquel desierto y coincidieron en Navarra, donde viven desde hace años. Llevan vidas normales, unos estudian, otros trabajan y en sus mentes rondan las preocupaciones típicas de chavales de veintipico. Pero, además, como cualquier persona que se asienta lejos de su hogar, echan de menos a sus familias, a sus amigos y también el asentamiento en el que crecieron por desesperanzador que sea. Pero los saharauis echan de menos con la particularidad de que su hogar no es su hogar. Las casas de adobe con techos de hojalata y las jaimas en las que llevan viviendo 45 años no son sus casas y la arena que pisan no es la de su tierra, el Sáhara Occidental, la cual se vieron forzados a abandonar cuando Marruecos la invadió en 1975.
Desde entonces, el pueblo saharaui lucha desde el exilio en Argelia o bajo la ocupación en el Sáhara Occidental por volver a ser libre en un país libre. Esa lucha, ahora, ha vuelto a la senda de las armas tras violar Marruecos el alto al fuego vigente desde 1991 y después de que el pueblo saharaui lleve años ninguneado por la dejadez internacional y la pasividad de la ONU.
El conflicto entre el ejército saharaui, el Frente Polisario, y el régimen alauita se ha reanudado –tras 30 años– en medio de la pandemia de la covid-19, lo que ha dificultado a la diáspora saharaui regresar a los campamentos, donde cientos de jóvenes se han alistado en masa a las filas militares. En este contexto, los seis protagonistas de esta historia tienen la mirada puesta en el frente, donde no dudarían en acudir a luchar por volver a su tierra si la situación lo requiere. No obstante, el Frente Polisario ha hecho un llamamiento a la calma para los saharauis que viven en el exterior, ya que de momento las filas del Ejército y las escuelas militares están al completo. Suena a película bélica, a ficción, pero es la realidad del pueblo saharaui y de estos seis jóvenes que viven en Navarra y que tienen, ahora mismo, familiares y amigos en primera línea de batalla.
«Es una oportunidad de conseguir la libertad»
Mulaydris Sidi-Mohamed y Salem Ahmedu, antes de conocerse en Navarra, coincidieron en el hospital para heridos militares de Argel. Los jóvenes saharauis no vivieron la anterior guerra con Marruecos, pero muchos han sufrido sus consecuencias. La llegada de estos dos jóvenes a Navarra tuvo un origen trágico. Salem fue víctima de la explosión de una mina marroquí en la que murió su mejor amigo y en la que perdió la movilidad del brazo y sufrió graves heridas en toda la parte izquierda de su cuerpo. Mulaydris sufrió un disparo en la parte posterior del cuello de manera accidental y la bala salió por su costado izquierdo, pasando a escasos metros de su corazón.
Leer artículo completo en el original del Diario de Noticias: Saharauis de Navarra, con la mirada en el frente – Diario de Noticias de Navarra