Por Lehbib Abdelhay /ECS
Esta actitud revela «la voluntad del Reino de Marruecos de influir indirectamente sobre las autoridades de la ONU», sostuvo, recordando que Naciones Unidas consideraba la organización de un referéndum sobre la autodeterminación del pueblo saharaui como el mejor solución para el arreglo del problema en la región.
Decaster también expresó su satisfacción con la posición de los miembros del Consejo de Seguridad en su última reunión a pesar del reconocimiento, en diciembre, por parte del presidente estadounidense saliente, Donald Trump, de la supuesta soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental.
«Deseaba que la administración Biden, que asumirá el cargo el 20 de enero, revocara la decisión de Trump, cuyo anuncio amenazaba con poner fin a tres décadas de apoyo estadounidense al derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación a través de la implementación de la resolución 690 de 1991 del Consejo de Seguridad.»
El 9 de diciembre, el periódico marroquí, Le Desk, reveló que al menos 16 países, principalmente africanos, habían abierto representaciones diplomáticas en las ciudades ocupadas a cambio de ayuda financiera o material prestada por Rabat.
Entre los países que se han beneficiado de la ayuda marroquí, el Desk cita a Guinea-Bissau, que a cambio de la apertura de su consulado en Dajla el pasado mes de octubre, Rabat decidió construir para el país Centroafricano una nueva sede del Ministerio de Relaciones Exteriores de Guinea-Bissau.
“Es además el jefe de la diplomacia de este país quien lo anunció, con toda transparencia, a la prensa”, indica Le Desk que anunció también la construcción de tres escuelas de formación profesional en este país así como reformar el puerto de Bissau.
La apertura del consulado de Djibouti en Dajla en febrero de 2020 fue seguida por la firma de un contrato «para el establecimiento y desarrollo de un embarcadero petrolero en el parque industrial de Damerjog» en Djibouti.
Le Maroc a payé contre l’ouverture de consulats au Sahara occidental
Según el digital marroquí, las empresas marroquíes se encargaron de construir la sede de un ministerio en Gambia, proyectos inmobiliarios en las islas Comoras y viviendas sociales en Haití a cambio del establecimiento de consulados en los territorios saharauis ocupados.
El 23 de enero, Santo Tomé y Príncipe también abrió un consulado en El Aaiún, un mes después de una promesa marroquí de contribuir al presupuesto de este país por una suma de un millón de dólares al año, según le Desk.
La abolición de visados, la concesión de becas de estudio, el refuerzo de las inversiones, la formación de expertos y estudiantes, también se encuentran entre las ayudas otorgadas por Marruecos en beneficio de los países que han abierto representaciones diplomáticas en Dajla y el Aaiún ocupado, informó la misma fuente.