Madrid (España), 6 de septiembre de 2021 (SPS)- La grave situación de la activista saharaui Sultana Jaya y su familia, sometida a arresto domiciliario desde el 19 de noviembre de 2020, sigue causando preocupación de organizaciones internacionales y representantes políticos, que exigen acciones para poner fin al calvario que vive la familia en la ciudad ocupada de Bojador, Sahara Occidental.
Tras conocerse que la activista saharaui y su hermana Luara Jaya han contraído el coronavirus han saltado las alarmas por las posibles represalias del régimen de ocupación contra la familia, privándola de atención sanitaria o recrudeciendo el aislamiento para acallar su voz.
Por ellos, los senadores CARLES MULET GARCÍA, senador designado por Corts Valencianes, y VICENÇ VIDAL MATAS, designado Parlamento de las Illes Balears, se han unido al llamamiento realizado por la delegación del Frente Polisario en España para que se tomen acciones urgentes, obligando a Marruecos a cumplir con el Derecho Humanitario Internacional y poner fin a su política de represión contra la familia Jaya.
CARLES MULET GARCÍA ha presentado una pregunta escrita en el Senado para que el ejecutivo de Pedro Sanchez responda: ¿Piensa el Gobierno exigir a Marruecos el respeto al Derecho Humanitario Internacional?.
Mulet García también pregunta si este “Gobierno piensa asumir su responsabilidad como potencia administradora del Sahara Occidental y exigir la libertad de Sultana Jaya y su Familia”.
A la espera de respuesta, el Senador lamentó que “este Gobierno nos ha dado muestra más que suficientes de su total entrega al régimen marroquí y el abandono consciente del pueblo saharaui”.
Por su parte, VICENÇ VIDAL MATAS advierte que la situación de la activista saharaui “es muy preocupante. Y más desde su infección por Covid-10”.
También en una pregunta escrita registrada en el Senado, Vicenç Vidal pide explicación al gobierno: ¿Piensa la diplomacia española hacer algo al respecto?.
Horas antes, la Delegación Saharaui para España denunciaba la grave situación en la que se encuentra la activista saharaui Sultana Jaya y su familia, sometidos a un acoso y asedio que dura más de 290 días por parte de las autoridades marroquíes en las zonas ocupadas del Sahara Occidental y que se ha visto agravada en los últimos días al infectarse con el virus del COVID-19.
“El Frente Polisario reitera que el régimen marroquí está aprovechando la situación de guerra y el cierre de fronteras por la pandemia para instaurar un clima de miedo y represión contra los civiles saharauis de las zonas ocupadas del Sahara Occidental, última colonia de África pendiente de descolonización y cuya potencia administradora sigue siendo España”, advertía Abdulah Arabi.
“Por ello, solicitamos al Gobierno de España que cumpla con sus responsabilidades como potencia administradora y, en particular, que garantice la protección de la activista saharaui Sultana Jaya y su familia y que exija al gobierno de Marruecos el respeto del Derecho Internacional Humanitario”.
Sultana Jaya es actualmente una de las figuras más visibles en las zonas ocupadas del Sahara Occidental y en la confrontación directa contra las autoridades de ocupación marroquí.
Su resistencia pacifica esta llamando la atención de la comunidad internacional y movilizando colectivos para denunciar la grave situación que vive la población civil en la ciudades ocupadas y los peligros a los que están expuestos los activistas desde la violación del alto el fuego por Marruecos y la anulación del “Plan de Arreglo” vigente desde 1991.
Desde el 19 de noviembre de 2020, varias unidades de policía marroquíes impusieron un asedio alrededor de su domicilio, sometiéndola a maltratos físicos y psicológicos a ella y a toda su familia para que cesen en sus reivindicaciones pacíficas a favor de la autodeterminación e independencia saharaui.
La defensora de los derechos humanos y su familia siguen bajo arresto domiciliario, que se impuso sin una orden judicial ni ninguna base legal. Los vehículos de la policía están bloqueando la entrada a la casa.
En varias ocasiones, la defensora de los derechos humanos ha sido agredida físicamente. Los militares y policías marroquíes también impiden la visita de activistas o ciudadanos saharauis al domicilio de la familia Jaya.