Por Mah Iahdih Nan /ECS – OPINIÓN 

 
Madrid (ECS). – Marruecos ha tardado seis largos meses para dar el OK, a la propuesta de designación como representante especial de las Naciones Unidas para el Sáhara Occidental, del diplomático Staffan De Mistura, por parte del Secretario General de la ONU, Antonio Guterres. ¿Qué ha pasado durante estos seis meses?. ¿Qué ha motivado el cambio de postura del régimen marroquí? – ¿Ha habido concesiones?. ¿Ha habido presiones?, ¿Ha habido promesas?. ¿ha sido el aislamiento el causante de esta aceptación?. ¿Ha sido la guerra la que ha precipitado esta aceptación?. ¿Ha sido el momento, las circunstancias y los acontecimientos que se avecinan los que han motivado esta aceptación?. 
 
Cualquiera que hubiese sido la razón del cambio de posición del Majzen marroquí, después de aceptar en primera instancia a De Mistura, más tarde rechazar su designación y ahora dar marcha atrás y aceptarlo, todo este vaivén  de decisiones han sido confirmadas por fuentes de las Naciones Unidas. De lo que no podemos dudar, es de que alguna de las anteriores interrogantes, acierta de pleno en el blanco.
 
Una cosa debe quedar nítidamente clara a todos, para que nadie se llave a engaño, MARRUECOS NO TIENE LA VOLUNTAD, NI LA INTENCIÓN, NI EL PROPÓSITO DE LLEGAR A UNA SOLUCIÓN DEL CONFLICTO SAHARAUI, que se ajuste al derecho y a la legalidad internacional.
Que nadie se llame a engaño, ni el pueblo saharaui, ni el Consejo de Seguridad, ni las Naciones Unidas, ni la MINURSO, ni tampoco De Mistura.
 
Marruecos ha aceptado a De Mistura como parte del macabro juego de despiste que lleva haciendo desde hace más de 30 años; ganar tiempo, salir de su grave y compleja situaciones, vender la aceptación de Di Mistura como una concesión para obtener recompensas políticas, allanar el camino con una falsa, amable, y colaboradora imagen de cara a la reunión anual del Consejo de seguridad sobre el Sáhara Occidental que se celebrará dentro de un mes, eternizar el conflicto para llevarlo a los hechos consumados y en definitiva seguir confundiendo a la comunidad internacional, haciéndola cómplice de la violación del derecho legitimo e inalienable del pueblo Saharaui a la autodeterminación e independencia.
 
Pero casi 50 años de maniobras, artimañas y argucias han colapsado a todo el entorno y en especial han acabado con la paciencia de la víctima de este largo y tedioso conflicto, que no es otra que el pueblo saharaui, que ha decidido, el pasado 13 de noviembre, que ya no acepta más engaños ni promesas, tan solo aceptará hechos concretos.
 
Marruecos a los largo de los casi 50 años del conflicto saharaui, sólo ha mostrado una aparente y ficticia buena voluntad cuando se ha encontrado entre la espada y la pared. Por lo que la aceptación de De Mistura, tiene todos los visos de ser otra patraña para ganar una etapa más.
 
Para evitar caer en errores del pasado y perder muchos años inútilmente, la RASD debe establecer sus pautas y condiciones antes de la llegada de De Mistura y este debe de saber que las prácticas negociadoras, basadas en la dilatación y las discusiones estériles, están superadas.
 
Aquí van algunas de las propuestas para bautizar a De Mistura como representante Especial para el Sahara Occidental:
 
–  Cualquier negociación debe tener como base la resolución 1514 y sucesivas, así como la sentencia del tribunal de justicia de la Haya del 16 de Octubre de 1976, es decir la autodeterminación del pueblo Saharaui tiene que ser una premisa básica en cualquier negociación. La RASD no debe participar en ningún diálogo, ajeno a la libre determinación. La solución democrática es la única que puede despejar todas las dudas e incertidumbres y garantizar una solución transparente, justa, duradera y convincente.
 
– Se acabaron las mesas redondas y los eufemismos que las acompañan, las   negociaciones son a dos bandas: Marruecos y la RASD. Los países vecinos podrán apoyar, acompañar y realizar sus aportaciones al proceso negociador a través de las Naciones Unidas, en ningún caso deben participar en las mesas negociadoras.
 
– No habrá alto el fuego sin una hoja de ruta clara, nítida y concreta, con garantías internacionales.
 
– Retirada del ejército marroquí de la franja de 6 km, ocupada a raíz de la violación del alto el fuego, cometida por el ejército marroquí, en el paso ilegal del Guerguerat.
 
– Fin del límite de las restricciones de movimiento y actuación a los componentes de la MINURSO. Así como retirada de las banderas marroquíes de los centros de la MINURSO y de las matrículas marroquíes de los vehículos de las Naciones Unidas.
 
– Cumplimiento de las sentencias de los tribunales internacionales relativas a la explotación indiscriminada de los recursos del territorio.