Sidi Maatala.
ECS. Madrid. | El acuerdo sobre el uso de terminales españolas de GNL por parte de Marruecos para el suministro de gas natural a través del gasoducto Magreb-Europa (GME) que clausuró Argelia el pasado Noviembre, tropieza con múltiples limitaciones técnicas y financieras, según sostiene el experto en energía Dr. Mourad Preure en declaraciones a la prensa argelina.
Mourad Preure : «L’Espagne ne peut pas vendre du gaz algérien au Maroc» – Algérie Patriotique https://t.co/siM91J4lT8
— Actualidad Saharaui 🇪🇭 (@Sahara_1951) February 9, 2022
Anunciado el pasado jueves por la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, este acuerdo permite a Marruecos adquirir gas natural licuado (GNL) en los mercados internacionales, trasladarlo a una planta de regasificación en España y utilizar la infraestructura del gasoducto cerrado para transportarlo a su territorio. Es decir, revertir el trayecto del flujo hacia Marruecos, lo que según señala el especialista en el tema, ésta reforma conllevaría elevados costes económicos y algunos obstáculos técnicos. Según indica Preure, la alternativa elegida por Rabat se enfrentará a muchos problemas, a la cabeza de ellos está «la limitación de tiempo»
«Revertir el flujo de gas requiere tiempo e inversión, algo que Marruecos no parece tener para cubrir sus necesidades inmediatas de gas natural», tras la decisión de Argelia el pasado mes de octubre de no exportar más su gas a través del Gasoducto Magreb-Europa, a razón de la «poco realista e innecesariamente política hostil hacia Argelia.»
El experto destaca que la parte del gasoducto que cruza el Estrecho de Gibraltar así como las estaciones compresoras son propiedad del grupo Naturgy, mientras que el tramo que pasa por Marruecos pertenece a este último pero está gestionado y explotado por Metragaz, un proyecto de inversión conjunto entre la multinacional española Naturgy y sus socios portugueses y marroquíes.
A este escenario se le añade la creciente demanda de gas de España, que »no puede sacrificar a sus clientes industriales y particulares» para satisfacer la demanda marroquí. El otro condicionante es financiero, explica el analista energético, que se cuestiona por el coste de esta energía importada de España dados los elevados precios del gas en el mercado spot y a lo que hay que sumar también el coste de su regasificación en plantas españolas y su enrutamiento a través de la GME.
Si Marruecos puede asegurar la satisfacción de sus necesidades de gas, solo será a un precio elevado, mientras que antes se beneficiaba de cerca de mil millones de metros cúbicos de gas argelino, parte de los cuales son gratuitos, en régimen de servidumbre, derechos de paso y otros a precio contractual, preferencial..etc
Finalmente Mourad concluye preguntándose »¿Tiene Marruecos los medios y a qué precio entregará este gas al cliente final?», recalcando que los precios del GNL en los mercados al contado se mantienen sostenidos, impulsados por la demanda asiática al alza.
En 2021, los precios al contado aumentaron un 600 % y están sujetos a una volatilidad muy alta en Europa, donde las existencias se encuentran en su nivel más bajo, mientras que la oferta rusa está plagada de incertidumbre, señala en analista, especificando que el promedio en diciembre de 2021 fue de 37$ por millón de BTU, alcanzando un máximo de 60 $ el 21 de diciembre.
»Marruecos, que ya atraviesa una preocupante crisis económica, cuya deuda exterior se ve agravada por los efectos de la pandemia, deberá verse presionado por un mercado de gas competitivo y cada vez más agresivo e impredecible.»
Preguntado por una posible reventa por parte de Madrid de gas argelino a Rabat, aprovechando este nuevo acuerdo, el experto explica que en virtud de la cláusula incluida en los contratos de gas entre Argelia y España, esta última no está autorizada bajo ningún concepto a revender gas argelino a clientes fuera de España.
»España considera a Argelia un socio estratégico, no sólo en materia de gas, y no puede aventurarse a violar los contratos, especialmente la ética de hacer negocios con nuestro país» afirmando que »claramente, todos los volúmenes enviados desde Argelia deben consumirse en España.»