Noche movidita en Loiu. Las vacaciones de los niños saharauis en Euskadi han sido un remanso de paz, nada que ver con el inesperado escenario en el aeropuerto esta pasada madrugada. El retraso del avión con destino a Tinduf, en Argelia, ha prolongado la espera más de lo previsto, lo que ha dado pie a una situación “una tanto caótica” que ha obligado a catorce monitores a contener las emociones de 301 menores. “Ha habido un poco de todo: lágrimasbostezos, y pelotitas de aluminio del bocata que iban y venían”, relatan a este periódico los responsables.

Los menores ya están con sus familias en el campo de refugiados de Argelia. El avión ha llegado a Tinduf este jueves a las 6.00 horas. Durante todo el día los menores están enviando mensajes a tantas amigas y amigos que han dejado en Euskadi tras un verano inolvidable, en el marco del programa Oporrak Bakean, retomado con éxito tras dos años de pandemia.

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