Agencias
Bruselas (ECS).- Durante su última visita a Marruecos, la ministra de Asuntos Exteriores de Bélgica, Hadja Lahbib, declaró que su país consideraba el plan de autonomía presentado en 2007 por Marruecos para el Sáhara Occidental como “un esfuerzo serio y creíble, y como una buena base sobre la que construir una solución”.
Ante la polémica suscitada por sus declaraciones durante su visita a Marruecos los días 20 y 21 de octubre, la ministra belga de Asuntos Exteriores aclaró la posición de su país, evocando «que se trataría de una invitación para retomar las negociaciones, que habían estado estancadas durante más de dos años con el fin de encontrar una solución al conflicto saharaui”, según publicó a la agencia oficial de noticias belga. “Bélgica se posiciona así en línea con la postura de otros países europeos como Francia o Alemania”, añadió la ministra.
Durante su visita a Marruecos, Hadja Lahbib declaró que consideraba el plan de autonomía presentado en 2007 por Marruecos como “un esfuerzo serio y creíble, y como una buena base sobre la que construir una solución”.
Esta declaración causó revuelo en Bélgica. Un grupo de profesores universitarios belgas, según el periódico Le Soir, dirigieron una carta a la ministra Lahbib para aclarar sus polémicas declaraciones sobre el Sáhara Occidental. En ella compartieron con la ministra varias dudas y preguntas.
En primer lugar, añaden en la carta, la iniciativa marroquí sólo menciona “la negociación de un estatuto de autonomía para la región del Sáhara Occidental (…) en el marco de la soberanía del Reino y de su integridad territorial”, lo que excluye, de facto, según los profesores, “cualquier posibilidad de independencia para el Sáhara Occidental, excluyendo que esta opción se proponga durante un futuro referéndum. Sin embargo, el derecho a la libre determinación del que goza el pueblo saharaui incluye también, según el derecho internacional, la posibilidad de alcanzar la independencia”. “Por eso es especialmente polémico el apoyo de Bélgica a este plan, ya que supone aceptar la soberanía marroquí sobre el territorio”, añade la carta.
Los firmantes de la carta también hicieron una analogía con el conflicto en Ucrania. En su discurso, la ministra Hadja Lahbib se refirió a la defensa de la integridad territorial de Ucrania y el rechazo a las anexiones ilegales llevadas a cabo por Rusia, condenando “la violación de los principios fundamentales de la Carta de las Naciones Unidas”. “El derecho a la autodeterminación está consagrado en esta misma Carta y la ocupación marroquí del Sáhara Occidental constituye una flagrante violación del mismo así como un ataque a la integridad territorial saharaui, reconocida de la misma forma para los territorios no autónomos en cuanto a su estatuto final”, subrayan.
Ante estas interrogaciones, la jefa de la diplomacia belga hizo hincapié en (re)aclarar que, durante su visita a Marruecos, “reafirmó el apoyo de Bélgica al proceso liderado por las Naciones Unidas por un acuerdo justo, duradero y mutuamente aceptable para todas las partes”.
El Sáhara Occidental, antigua colonia española disputada durante décadas por Marruecos y el Frente Polisario, es considerado “territorio no autónomo” por la ONU.
Marruecos ocupa actualmente el 85% del territorio y aboga por la autonomía bajo su soberanía exclusiva. El Frente Polisario exige por su parte el referéndum de autodeterminación bajo los auspicios de la ONU que había sido planeado durante la firma en 1991 de un alto el fuego pero nunca se materializó.
El 27 de octubre, el Consejo de Seguridad renovó la misión de la ONU para el referéndum en el Sáhara Occidental por un año, a pesar de la abstención de Rusia y Kenia.