Mah Iahdih Nan – OPINIÓN.
Madrid (ECS).- El papel de la ONU en el Sáhara Occidental ha sido y es una de las páginas más negras, confusas y obscenas de la historia de este organismo, marcada por una actuación parcial, cobarde y sumisa a las posiciones más obstruccionistas e intransigentes de un estado que pisotea su carta fundacional en la que basa su existencia.
En lo que va del año 2022, la alianza marroquí-israelí ha asesinado a más de 50 civiles en el Sáhara Occidental. Las víctimas incluyen mujeres, niños y ancianos aunque la mayoría de ellas son pastores y mineros.
La intervención de Israel en la guerra del Sáhara Occidental, con el uso de su habituales prácticas terroristas en Palestina, ha dado un giro radical al conflicto saharaui, al pasar de una guerra entre dos ejércitos; el saharaui y el marroquí, a una guerra sucia donde se ejecutan y se asesinan a civiles inocentes.
Desde principios de la década de los setenta, Israel introdujo, como método de guerra contra los palestinos, la practica del terrorismo de estado donde las ejecuciones extrajudiciales son una práctica habitual y un método de guerra para aniquilar la resistencia Palestina.
El uso del terrorismo de Estado instaurado y legalizado en los territorios palestinos se ha trasladado al Sáhara Occidental, mediante la colaboración entre dos Estados terroristas; Israel y Marruecos amparados y consentidos por la comunidad internacional y por organismos internacionales como la ONU y algunas potencias occidentales.
A pesar de la presencia de una misión de la ONU en el territorio (MINURSO), la tónica predominante de la labor de esta misión es el silencio absoluto, el ocultamiento, la complicidad con los agresores y culpables, y la pasmosa falta de información e investigación sobre los asesinatos y las ejecuciones extrajudiciales de la población civil, que constituyen claros crímenes de lesa humanidad, amparados por las Naciones Unidas.
La complicidad de la ONU y su falta de denuncia de estos crímenes, que tienen como blanco la población civil, ha sorprendido a todos los especialistas y analistas conocedores de la zona en general y del conflicto saharaui en particular.
Es del todo incomprensible e inexplicable el mutismo de un organismo que en teoría debería velar por la paz mundial, la protección de las poblaciones indefensas y sobre todo su principal cometido que es el de denunciar las ejecuciones de civiles inocentes practicada por el dúo Israel-Marruecos en el Sáhara Occidental.
La cooperación Israel-Marruecos data de finales de los años sesenta y la intervención militar de Israel en el Sáhara Occidental se conoce desde mediados de los años setenta.
Es sobradamente conocido y difundido el asesoramiento militar Israelí a Marruecos en la primera guerra del Sáhara Occidental, especialmente, en el diseño, financiación y construcción del muro que divide el territorio saharaui. Es también conocida la intervención de asesores militares hebreos en la guerra, así como la entrega de material militar consistente en fusiles, subfusiles, metralletas y granadas de fabricación israelí.
En la nueva guerra, Israel ha instalado en territorio saharaui una base desde donde se realizan las operaciones y el manejo de los drones por parte de oficiales y militares judíos, se estima que se ha desplazado al escenario de la guerra un centenar de militares Israelíes que se dedican a dirigir las operaciones de asesinatos selectivos de la población civil en la frontera entre el Sáhara Occidental y Mauritania.
Esta diabólica y antinatural colaboración entre un país árabe y el estado sionista está sembrando el terror, el miedo y la inseguridad de la población civil en el norte de África.
Mientras tanto la ONU, la comunidad internacional y las potencias occidentales miran hacia otro lado, dejando que estos dos estados terroristas propagan el terror, la agresión y el crimen en la ya frágil zona del Magreb.
Marruecos actúa en las mismas narices de las Naciones Unidas con total impunidad, desprecio y desdén hacia las reglas y normas internacionales, sin que las Naciones Unidas sea capaz de denunciar estos desmanes y crímenes cometidos por el régimen marroquí con la ayuda del Estado racista de Israel.
¿Dónde está la ONU? ¿Cuál es su función en el Sáhara Occidental?
La MINURSO, misión de la ONU para el Referéndum en el Sáhara Occidental, ausente y haciendo dejación de sus responsabilidades e incumpliendo su cometido y principal función que es la de traer la paz al Sáhara Occidental a través del cumplimento y la ejecución de la resolución 690 del Consejo de seguridad, relativa a la celebración de un Referéndum de autodeterminación del pueblo saharaui, su presencia en el Sahara sólo sirve para amparar y patrocinar el neocolonialismo saqueo de los recursos y la ocupación ilegal del territorio saharaui.