Argelia ha decidido normalizar las relaciones con España, con el envío de un nuevo embajador a Madrid, Abdelfetah Daghmoum, un ex ministro consejero que ya estuvo destinado en Madrid, para quien ha solicitado el plácet, según fuentes diplomáticas. El Gobierno de Pedro Sánchez tiene previsto dar el visto bueno al nuevo representante diplomático argelino en un consejo de ministros en las próximas semanas.

Con la llegada del nuevo embajador, Argelia da por terminado el distanciamiento diplomático que provocó el cambio de posición de España respecto del Sahara, dado a conocer por el Rey de Marruecos en marzo de 2022, según el cual el Ejecutivo español considera como la mejor vía para el Sahara la de ser un territorio autónomo dentro de Marruecos, lo que provocó el malestar de Argelia.

En aquel momento, el gobierno argelino decidió llamar a consultas a su embajador, Said Moussi, después de que el Ministerio de exteriores de aquel país emitiera un comunicado en el que se mostraba sorprendido «por este repentino cambio de posición de la antigua potencia administradora del Sáhara Occidental», motivo por el cual retiraba a su embajador «con efecto inmediato».

Meses después, en junio, Argelia daba otra vuelta de tuerca a las relaciones suspendiendo «de manera inmediata» el acuerdo de amistad, buena vecindad y cooperación suscrito con España el 8 de octubre de 2002, como consecuencia del «giro injustificable» efectuado por el Gobierno de Pedro Sánchez con respecto al Sáhara Occidental, alineado con las tesis de Marruecos, según un duro comunicado de la presidencia argelina.

La nueva postura de Sánchez sobre el Sahara, en el origen del conflicto

La ruptura del tratado se producía horas después de que Sánchez ratificase en el Parlamento su cambio de postura respecto al contencioso sobre el Sahara y calificase la postura de Rabat como «la más seria, creíble y realista». El comunicado de la presidencia argelina señalaba que el Gobierno de Pedro Sánchez había dado su «pleno apoyo» a la fórmula «ilegal e ilegítima» de autonomía preconizada por la «potencia ocupante», en referencia a Marruecos.

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