Omar Emboirik Ahmed nació en Gran Tarajal. Con 18 años, en 1974, solo un año después de su creación, se unió al Frente Polisario y ha sido diplomático o embajador en Francia, Venezuela, Cuba, Panamá, España, Ecuador, Bolivia o Brasil. Es doctor en Historia por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y acaba de escribir, cuando se cumple medio siglo de la organización, Breve historia del Frente Polisario.

“El objetivo fundamental de este libro es dar a conocer de una forma resumida, sintética, los acontecimientos más importantes, no solo como una narración, sino con una cierta interpretación de los hechos más importantes”, señala. Cree que este libro es necesario “porque casi toda la historia sobre el pueblo del Sáhara, sobre el Frente Polisario, se nos da hecha ya, la han escrito otros, con el agravante de que al pueblo saharaui lo quitan como actor fundamental del desarrollo de los acontecimientos”.

Emboirik considera que aunque no haya llegado la independencia ni se haya llevado a cabo el referéndum, durante este medio siglo “ha habido muchas victorias”. La más importante sería la proclamación de la República Saharaui, “porque ya se rompe la dinámica de una situación colonial con la presencia de España”.

Dice que en todo este tiempo, se les ha intentado dividir: por un lado el Frente Polisario y por otro el pueblo saharaui, “como si no todo el pueblo saharaui apoyara al Polisario”. Apunta que “todo eso ha fracasado porque el Frente Polisario es la expresión del deseo del pueblo saharaui para ser independiente”. “Eso ya es incuestionable porque es el propio Marruecos el que negocia con el Polisario y firma documentos sobre el Plan de Paz, sobre la necesidad de un referéndum o sobre la necesidad de una serie de medidas de confianza”, explica.

Añade que la legitimidad del Frente Polisario también la ha reconocido la Organización de Naciones Unidas. “No es ni un problema de legitimidad, ni un problema de legalidad. Esa legitimidad se la da el deseo de que todo el pueblo se abrace a la independencia y se identifique con el Frente Polisario. Y la legalidad se la dan todas las resoluciones de Naciones Unidas”.

Sin embargo, la aplicación de todas esas medidas no llega. “El problema hasta ahora es la cantidad de documentos, de decisiones que se adoptan, pero que no se han implementado”. “Y no se han implementado -asegura- porque dos factores lo han impedido: el no cumplimiento por parte de Marruecos y la pasividad de Naciones Unidas para obligar a las partes a cumplir sus compromisos”, que es el otro elemento que también favorece a Marruecos.

Con respecto a las frustraciones, “vienen dadas sobre todo por aquellos elementos que no puedes controlar”, asegura Emboirik, que pone un ejemplo: que el Frente Polisario firme con Marruecos compromisos en presencia de Naciones Unidas y que ésta no imponga su cumplimiento. Cree que el Frente Polisario tiene voluntad política para cumplir y que ha hecho muchas concesiones, pero que Marruecos se aleja cada vez que los saharauis intentan acercarse a un proceso de consenso.

¿La clave para desbloquear esta situación? “En primer lugar, se ha roto el alto el fuego”. Dice que aunque el Polisario “sigue apegado a una solución política en el marco de las Naciones Unidas”, o se impone la ONU o la solución “estará en la fuerza”. “Nosotros hablamos de un consenso con el gobierno marroquí y que la última palabra la tenga el pueblo saharaui”.

En el Frente Polisario, como frente popular,  “caben todas las sensibilidades”

Por otro lado, dice que no vinculan una solución a un posible proceso democratizador de Marruecos. “Nosotros no atamos la solución del problema saharaui a la democracia en Marruecos, son dos cuestiones diferentes. Existe una corriente en España que aboga por eso, pero no podemos ser nosotros los sacrificados para la transición de Marruecos”, asegura.

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