Entrevistamos a Antonio Rodrigo, director de cine documental y fundador de Nomadocs. Viajero y explorador de historias, se define como un artesano del cine social. Hablamos con él sobre su película «Limbo. La promesa olvidada», en la que pretende concienciarnos sobre la dolorosa realidad de la última colonia española, el Sahara Occidental
Por Angelo Nero
Lo primero que me llama la atención al documentarme para esta entrevista, es descubrir que detrás de la producción de “Limbo, la promesa olvidada”, está una productora, NomaDocs, con una ambiciosa carta de presentación: “empleamos el Cine y la Fotografía Documental como herramientas de concienciación y sensibilización social”, pero que también es una asociación sin ánimo de lucro, con sugestivos proyectos audiovisuales y sociales. Cuéntanos, Antonio, como nace NomaDocs, y cuales son sus objetivos…
NomaDocs nació tras un largo viaje de experiencias en la comunicación para la cooperación internacional que forjaron un objetivo clave, hacernos llegar historias que juegan un papel de vital importancia hacia nuevos modelos de vida más sostenible. Siempre he disfrutado creando y dando vida a las culturas del mundo, con bases de antropología visual y cine etnográfico, tratamos de participar o producir en proyectos con compartan nuestros mismos valores.
Detrás de “Limbo”, además de NomaDocs, está la la Asociación Sáhara Acción Granada, que unieron sus fuerzas para llevar a cabo este proyecto para rescatar la memoria de un pueblo, el saharaui, con el que el estado español tiene una deuda histórica. ¿Cómo surge la idea de esa colaboración y nace ese proyecto de acercar la mirada a los campos de refugiados de Tinduf?
La suerte quiso que un médico llamado Juan Cervera, embarcado en uno de los Proyectos Sanitarios de Sahara Acción Granada, en los campamentos de refugiados, fuese más allá de su labor asistencial impactado por un contexto geopolítico, histórico y social sobrecogedor. La idea caló con entusiasmo en todo el equipo, y entre cálidas conversaciones al abrigo de las jaimas y alrededor del té, empezaron a construir la alianza que daría lugar a LIMBO. Combinando el trabajo y la experiencia de SAG en el terreno, con las habilidades y sensibilidad de NomaDocs. Nos pusimos manos a la obra y la motivación era hacer una película que mostrase al mundo la belleza de este pueblo, su elegancia política, su entereza humana y su ejemplo de resistencia pacífica. Una lucha sin rencores por recuperar su historia y la tierra que un día les fue violentamente arrebatada.
Rodar en los campos no ha debido ser fácil, me imagino se plantearían un montón de problemas de logística, además del propio viaje, y de las trabas burocráticas a las que os debisteis de enfrentar para llevar el equipo a través de Argelia. Además, el guión fue escrito a cuatro manos, con Ana Hidalgo que, además, es la narradora que nos va conduciendo en esta historia ¿El rodaje de un documental de estas características, obliga a improvisar mucho, a ir reescribiendo el guión sobre la marcha?
Si no hubiera sido gracias a la labor y potencial de Ana Hidalgo como voz representativa del trabajo y experiencia de SAG , LIMBO no hubiera sido posible.
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