Tenían a casi todos en contra y vencieron, incluida a la maquinaria burocrática de Bruselas y las presiones ejercidas por Marruecos o Estados miembros como Francia o EspañaLas sentencias del Tribunal de Justicia de la Unión Europea obligan a los Veintisiete a pasar página tras declarar nulos los acuerdos comerciales suscritos entre la UE y Marruecos en materia de pesca y productos agrícolas. La principal incógnita ahora es dilucidar las opciones que se abren tras el varapalo judicial contra la Comisión Europea y el Consejo.

“Estamos estudiando todavía al detalle las decisiones, las estamos comparando con las antiguas,  volviendo también a los escritos que se han enviado de nuestra parte y de las otras partes para llegar a las conclusiones pertinentes”, explica a El Independiente Oubi Bachir, delegado del Frente Polisario en Ginebra y uno de los principales arquitectos de la batalla judicial ahora completada.  “Ahora las cosas están muy claras: tanto la Unión Europea como las empresas europeas se tienen que retirar del territorio del Sáhara Occidental. La UE debería tener la valentía de sentarse con el Frente Polisario para negociar, como lo hicieron en su día con la Organización para la Liberación de Palestina”, desliza el diplomático.

El acuerdo de pesca expiró en julio del pasado año y, pese a las declaraciones favorables de ministros como el español Luis Planas, no fue prorrogado. En lo relativo al de productos agrícolas, la corte introduce doce meses de período de prórroga. Desde el Polisario insisten en que existen fórmulas para negociar con la UE a pesar del hecho de que el 80% del territorio de la ex colonia española se halla ocupado ilegalmente por Marruecos así como sus aguas. “Hay que buscarlas en un proceso de negociación. La primera condición es la voluntad política por parte de la Comisión de hablar con el Polisario y hallar fórmulas que sean beneficiosas tanto para Europa como para el pueblo del Sáhara Occidental”, comenta Oubi. “Nos duele mucho que muchísimos pescadores españoles con familias detrás estén sufriendo. Como Polisario, realmente nos gustaría encontrar una fórmula para facilitar la vida tanto de los pescadores como sus familias y al mismo tiempo de nuestra población bajo ocupación que vive en una situación de pobreza y exclusión social”, agrega.

Nos gustaría encontrar una fórmula para facilitar la vida tanto de los pescadores como sus familias y al mismo tiempo de nuestra población bajo ocupación

Para expertos en Derecho Internacional como Alejandro del Valle, la sentencia deja pocas dudas. “Tiene una acogida impresionante del derecho internacional. Pocas veces lo ha hecho así el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, con los principios básicos y normas. Hay que recordar que la sentencia es un acto jurídico obligatorio y con primacía sobre el derecho de los Estados miembros. Por lo tanto, la interpretación que se hace de este tema es obligatoria para todos los estados en el ámbito del Tratado de la Unión Europea. Es un punto de referencia impresionante para el futuro, para todas las actuaciones jurídicas que podrían deducirse y que obligan a los Estados, no solo jurídicas, sino que atan también, políticamente, a los estados en su futura relación jurídica con Marruecos. Entonces, es mucho más importante de lo que se piensa, porque ya resuelven definitivamente en casación y tienen un contenido muy claro, explícito, sobre la condición de territorio separado, el principio de soberanía permanente de los pueblos, el derecho del pueblo a tener a sus recursos naturales, la necesidad de contar con el consentimiento del pueblo, la diferencia pueblo-población…”, detalla Del Valle, catedrático de Derecho Internacional Público y Relaciones Internacionales de la Universidad de Cádiz.

(…)