Rabat, 21 de diciembre de 2024 – El Rey de Marruecos ha convocado al Presidente de Mauritania, Mohamed Ould Ghazouani, para una reunión que ha llamado la atención de observadores y analistas políticos. Oficialmente, el presidente se encontraba en Rabat en visita personal, destinada a visitar a su esposa enferma. Sin embargo, a pesar del carácter informal del viaje, el evento rápidamente adquirió una connotación política.
En un contexto que remite a la dinámica histórica y geopolítica de la región, muchos no pudieron evitar recordar la infame reunión de agosto de 1974. En aquel momento, el entonces presidente mauritano Moktar Ould Daddah apareció junto al rey Hassan II de Marruecos, reunión que condujo a la controvertida partición del Sáhara Occidental. Este episodio histórico parece haber dejado un profundo surco en la memoria colectiva del noroeste de África, donde todavía está arraigada la sospecha hacia el «Makhzen», el sistema de poder marroquí.
El derecho de un jefe de Estado a viajar a un país vecino es indiscutible y representa un acto soberano. Sin embargo, en el clima político actual, cualquier reunión con el Rey de Marruecos corre el riesgo de ser interpretada como una medida estratégica.
Desde que Marruecos normalizó sus relaciones con Israel, Mauritania se ha convertido en un objetivo estratégico. Israel, a través de Marruecos, podría aspirar a aumentar su influencia en la costa africana, con Mauritania como punto de entrada. Una posible normalización por parte de Mauritania podría desencadenar un efecto dominó en la región, cambiando drásticamente el equilibrio geopolítico.
1) Mauritania ha dado luz verde a Marruecos para la invasión terrestre de los territorios liberados de la RASD.
2) Mauritania ha transmitido a Marruecos un mensaje de Argelia (recordemos que el presidente de Argelia se entrevistó hace unos días con el presidente de Mauritania).— Carlos Ruiz Miguel (@DesdelAtlantico) December 20, 2024
La esperanza es que en el encuentro entre Ould Ghazouani y el rey de Marruecos no se repita lo ocurrido en 1974, y que Mauritania consiga mantener su independencia política y diplomática. Sin embargo, la sospecha y la desconfianza hacia el «Makhzen» siguen impregnando la mentalidad colectiva, lo que dificulta una interpretación neutral de acontecimientos como este.
Esta situación pone de relieve la complejidad de las relaciones internacionales en la zona norteafricana, donde la historia todavía pesa mucho y cada reunión política se ve a través de una lente de desconfianza e interés estratégico.
🇪🇸⚠️EL DINERO PÚBLICO DE LOS ESPAÑOLES ES UTILIZADO PARA BLANQUEAR UN RÉGIMEN🇲🇦, que ocupa, reprime y saquea los recursos territoriales del Sáhara Occidental 🇪🇭. https://t.co/iwKN7Agta6
— GhailanniLeglat (@Ghailanni811D) December 20, 2024
RECORDATORIO
El gasoducto debe pasar por el Sahara Occidental y su gas no puede ser exportado a la UE sin el consentimiento del pueblo del Sahara Occidental https://t.co/LB8wK9o26D— Carlos Ruiz Miguel (@DesdelAtlantico) December 20, 2024
Origen: El juego de poder entre Makhzen y Mauritania: un pasado que regresa