El periodismo saharaui como grito, vida y esperanza – Cubaperiodistas

El periodismo saharaui como grito, vida y esperanza – Cubaperiodistas

Conocí a Nafi Buda Ahmed hace un par de días, en la sede habanera de la Casa Central de la prensa, en lo que suponía una cobertura rápida y sencilla. El secretario general de la Unión de Periodistas y Escritores Saharauis (UPES) llegó allí para firmar un Acuerdo de colaboración entre la organización que encabeza y la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC), “mero trámite” de certificación en el intrincado ADN de los pueblos: ¡Claro, somos colegas y hermanos! ¿Quién no lo sabe?

Ese pronóstico se cumplió, por supuesto, pero el ambiente fue tan fraternal que, al cabo, nos vimos involucrados en una entrevista que ninguno de los dos parecía tener “en agenda”. De modo que, sin cuestionario previo, a velocidad –para no retrasar el programa que él debía cumplir–, nos enfrascamos en algo parecido a lo que sería el repaso en un instante de las miles de páginas de El Quijote… o de La guerra y la paz. Así de intensas son las peripecias, la causa y la lucha por la autodeterminación de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD); así, de palpable, la densidad patriótica y humana contenida en las respuestas del colega.

“El Convenio de cooperación firmado con la UPEC fortalece las relaciones saharauis-cubanas y demuestra la cercanía de los dos pueblos y, en particular, de sus periodistas para intercambiar ideas y unirnos en un proyecto en común por la independencia, la libertad y la dignidad”, había dicho el visitante. Esa fue la chispa que alentó una conversación más reposada que involuntariamente podía ponerlo en riesgo de llegar tarde a alguna otra parte.

¡Pero había que hablar! A fin de cuentas, no hay mejor expresión de hermanamiento entre colegas que el “pacto de reporteros” de una entrevista, aunque los roles en ella siempre impliquen un dilema: ¿quién interroga a quién? Esta vez, Nafi Buda Ahmed, tenido en su tierra como uno de los mejores entrevistadores, se colocó humildemente en el pecho la diana de las preguntas y permitió que Cubaperiodistas le apuntara al centro del asunto del cual las dos partes querían hablar: la prensa y la patria del invitado.

“La Unión de Periodistas y Escritores Saharauis (UPES) —adelanta— es una ONG de periodistas y escritores dirigida a garantizar la libertad de prensa y a luchar por los derechos legítimos del pueblo saharaui para la independencia, la libertad y la dignidad.

“Tenemos más de 300 miembros, tanto en la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) como en la parte bajo la ocupación marroquí y en la diáspora. Reclamamos los derechos de los periodistas y defendemos a los presos políticos bajo la ocupación marroquí, donde la palabra libre significa un delito, según clasifica el ocupante. La nuestra es una asociación de prensa, de libertad, de autodeterminación, donde el pueblo lucha un día de democracia y referendo para elegir su voluntad”, amplía.

El secretario general de la UPES explica que acompañan a los periodistas y escritores en su trabajo, lo cual se traduce automáticamente en el acompañamiento a la causa saharaui, en especial a los esfuerzos para asegurar la memoria de su pueblo: “Si perdemos militantes, estamos perdiendo bibliotecas y entonces la responsabilidad también es sensibilizarnos con ello”.

La organización privilegia el intercambio internacional como recurso estratégico contra el aislamiento que tanto conviene al ocupante. “Intentamos llegar donde se puede llegar con el periodismo porque el periodismo saharaui es un grito de un pueblo; sin embargo no es victimismo, sino una manera de dar vida y esperanza”, afirma el líder del gremio.

Cualquier periodista verdadero entiende tales misiones con solo saber que, contra la voluntad de sus hijos, la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) es la última colonia de África y, para colmo, tiene cercado el 80 por ciento de su territorio por un muro de más de 2700 kilómetros punteado con búnkeres, vallas, alambradas, trincheras y campos de minas.

Mientras, ocupada en guerras de “alto calibre”, la comunidad internacional que más poderes ostenta ignora este conflicto desgarrador —silenciado, no silente— que parece soterrado en las arenas del desierto.

En concreto, las potencias mundiales incumplen el mandato de la ONU que en 1991 estableció con la Organización de la Unidad Africana (OUA) —reemplazada en 2002 por la vigente Unión Africana (UA)— la Misión de las Naciones Unidas para el Referendo del Sahara Occidental (MINURSO), en aras de que los propios saharauis decidan cómo organizar el país.

Ha pasado lo contrario: a la inacción del poder se suma la complacencia con el invasor y la búsqueda de “nuevas fórmulas” que alargan la ocupación en tanto se arraiga en el mundo la intención de Marruecos de fijar una “autonomía” bajo su tutela y la palabra “referendo”, sagrada para los saharauis, se extingue lentamente del manual de la alta política internacional. Marruecos explota los ricos recursos pesqueros y minerales de la RASD con la complicidad y participación de países que, moralmente, debían respaldar una solución que, geopolíticamente, no parece convenirles.

El reconocimiento de la República… por parte de más de 80 países no reduce en nada la gravedad del problema, sin embargo parece bien sembrada en pleno arenal una frase ya mítica de Ahmed Bujari, el político y diplomático que hasta su muerte en 2018 representó ante la ONU al Frente Polisario: “Aquellos que crean que los saharauis van a ser víctimas del paso del tiempo no conocen la naturaleza del desierto. Podemos morir; otros continuarán”.

Evidentemente, Nafi Buda Ahmed es uno de los miles que continúan la obra quienes murieron, así que conoce las claves humanas del vasto desierto y por ello centró sus respuestas no en él, sino en los amigos del mundo y en los compatriotas que representa, el 70 por ciento de los cuales fue formado –dice con orgullo- “gracias a la escuela cubana”.

Cubaperiodistas (Cp): ¿Cuáles organizaciones o colegios de reporteros del mundo tienen mejores vínculos con la UPES?

—Sentimos más cercanía con los pueblos que luchan por la justicia y la independencia, sin embargo todas las voces libres, hasta en los países donde hay imperialismo, mantienen una confianza con nosotros. No perdimos la confianza de escuchar voces desde ahí y lo hemos demostrado durante más de veinte años. Los que han visitado nuestra tierra, escrito textos, hecho trabajos de periodismo o editado libros proceden en muchos casos de países que no son aquellos con los que tenemos relaciones clásicas.

“Hemos llegado hasta las voces libres en Europa y en Estados Unidos, pero siempre contamos, especialmente, con el apoyo fraternal, infinito, de pueblos como el cubano; por eso decimos que nuestra lucha es la vuestra. En África tenemos el ejemplo de los argelinos, igual que los países de América Latina y otros que han vivido épocas de colonialismo y saben bien qué significa lucha, qué significa causa por la independencia y la dignidad”.

Nafi Buda Ahmed refiere que crearon la Federación Internacional de Periodistas con el Pueblo Saharaui para reunir amigos interesados en estas batallas y agrega que en la primera Conferencia Internacional de Periodismo hubo una participación de 32 naciones de todos los continentes, Cuba incluida. En total, asistieron más de 150 delegados, entre periodistas, escritores e influencers.

El secretario general de la APES está satisfecho con los resultados de la Conferencia en tanto demostró solidaridad mundial con el pueblo cubano contra el bloqueo mediático y reunió a otras víctimas del imperialismo, las guerras y la ocupación.

“Siempre la receta viene de Cuba, donde la ‘moneda’ no se cambia jamás: se mantiene la misma Cuba que hemos conocido por más de medio siglo. Si los saharauis celebraremos 50 años de nuestra República, celebraremos también 50 años de hermanamiento, solidaridad y apoyo cubano”, añade.

Cubaperiodistas (Cp): ¿Cómo se hace el periodismo del día a día en un escenario de asfixia colonial?

—El periodismo es un reto, el periodismo es una manera de hacer vida. El periodismo es lucha, el periodismo significa para nosotros afrontar la muerte, afrontar la cárcel, porque hay un pueblo que merece que luchemos por ello, con ello y en ello. El periodismo es una responsabilidad multiplicada.

“El periodismo en el Sahara Occidental es la voz de gente a la que los enemigos han querido quitarles su voz. El periodismo es el alma del pueblo saharaui donde nunca la ocupación ha sido capaz de ganarle la guerra y lo han intentado militarmente, diplomáticamente, con su lobby y su dinero.

“Los saharauis son unidos, tienen esa valentía para luchar y saben exactamente que el periodismo no es solo una manera de luchar, sino una resistencia”.

Cubaperiodistas (Cp): En esta época marcada por la alta tecnología, ¿cómo un pueblo cercado como el suyo logra vencer la brecha tecnológica? ¿Con qué recursos humanos, culturales, patrióticos… cuentan los colegas en la RASD para brincarla?

—Con saber elegir el mejor contenido; el contenido es el mejor embajador de las causas, pero sobre todo con unirnos, tener cuidado y actualizarnos, porque ahora los ejércitos no son las fuerzas militares sino personas tras móviles y ordenadores, y el peligro llega hasta nuestras casas. Trazar estrategias, defendernos de la mejor forma y tomar iniciativas es lo más importante.

“En otra época se trataba de hacer reflexiones o acompañar lo que estaba pasando, pero hoy el periodismo está mucho antes de cada política, de cada estrategia: las batallas se toman a nivel periodístico antes que en esos terrenos. Me parece que ahora hace falta sensibilizar a cada ciudadano en la idea de que la batalla es común porque la caída también es en común. El primer muro de defensa es el periodismo y el primer atacante… el periodismo”.

Cubaperiodistas (Cp): Usted, que obviamente los conoce bien, ¿cómo describiría a los periodistas saharauis? ¿Qué “perfil” de ellos haría para los colegas cubanos?

—El periodista saharaui es un hijo de la experiencia de vivir bajo la ocupación y el exilio, de un país dividido entre dos partes por un muro de la vergüenza con 10 000 minas antipersonales, el muro más peligroso del mundo.

“El saharaui tenía que salir de sus tierras para estudiar y formarse en el periodismo mismo; entonces, su historia es una imagen, la imagen global de lo que está pasando en el Sahara Occidental. Es la lengua moral, mental, del pueblo saharaui y ha sido capaz de trasmitir el mensaje de su causa. Por eso estamos en Cuba y en cualquier parte del mundo.

“Ese profesional ha llegado a cada medio de comunicación a nivel internacional. Nosotros no buscamos siempre a quien nos apoye; buscamos, por lo menos, a quien apoye la justicia y el derecho internacional, lo cual implica que el periodismo en lucha sea ejemplo para su pueblo”.

Cubaperiodistas (Cp): Los cubanos conocemos, admirados, la lucha de su nación. ¿ Cuál es el capítulo de los periodistas, como parte de ese pueblo, en una gesta más heroica en el espíritu cuanto más desigual en lo bélico?

—La zona ocupada sigue siendo una zona ciega. La ocupación no permite entrar allí a periodistas, activistas ni influencers. Hace pocos días negaron el acceso a dos periodistas españoles y hace unas semanas se lo impidieron a tres activistas; dos de ellos reporteros. Marruecos solo abre las puertas en visitas condicionadas dispuestas a apoyar la ocupación o blanquear la imagen que demuestre que hay desarrollo en Sahara Occidental y ocultar así lo que está pasando.

“La situación es de guerra, pero el ocupante no quiere que esa guerra salga en ninguna parte del mundo y, para evitarlo, utiliza una máquina de propaganda contra la lucha saharaui y contra los pueblos que la apoyan, voces libres como las de Cuba, Argelia y Sudáfrica.

“Toda esta batalla es una responsabilidad del periodismo saharaui; también la de animar a miles de refugiados y de hermanos en la diáspora, que sufren día a día el resultado de la ocupación, a volver a sus tierras y seguir sosteniéndose de manera digna. El pueblo es el ejemplo perfecto para la resistencia y para seguir avanzando”.

Cubaperiodistas (Cp): ¿Qué valores comunes identifica entre los periodistas saharauis y sus colegas cubanos?    

—La voluntad de cultivar las relaciones, de mostrar este patrimonio cubano-saharaui y, especialmente, de luchar contra el mismo enemigo. La lucha es la misma. Coincidimos en el deseo de mejorarnos mutuamente en nuestras experiencias y mejorarnos a nosotros mismos. Apelamos a todo el historial que hemos tenido para trasladar culturas de resistencia y compartimos las garantías de estar en buen camino para lograr el futuro, con la misma filosofía de la libertad y la dignidad.

“Saharauis y cubanos coincidimos en la decisión de no perder nuestra personalidad, nuestra cultura y nuestra resistencia porque ellas son el mejor argumento de la causa en ambos pueblos. Compartimos la decisión de unirnos porque damos la mejor batalla: romper el bloqueo del silencio, el bloqueo militar, el bloqueo económico; vencer una propaganda que persigue dividir a los pueblos y someterlos a crisis continuas.

“La responsabilidad saharaui y cubana es histórica, es jurídica, es política, es humana, es social y, sobre todo, es una responsabilidad periodística”.

Imagen de portada: Cubaperiodistas.

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Enrique Milanés León

Forma partede la redacción de Cubaperiodistas. Recibió el Premio Patria en reconocimiento a sus virtudes y prestigio profesional otorgado por la Sociedad Cultural José Martí. También ha obtenido el Premio Juan Gualberto Gómez, de la UPEC, por la obra del año.

Origen: El periodismo saharaui como grito, vida y esperanza – Cubaperiodistas