Ibrahim Musa no era simplemente un médico; Fue un visionario, un pionero que dedicó su vida al bienestar de su pueblo. En tiempos de adversidad, cuando la naturaleza y las circunstancias adversas parecían insuperables, él se mantuvo como un baluarte, ofreciendo cuidado, consuelo y orientación.

Su compromiso con la promoción de la salud materna e infantil ha sentado las bases de un sistema de salud resiliente capaz de afrontar los desafíos más exigentes. Los programas de vacunación que supervisó, reconocidos y admirados por la Unión Africana, dan testimonio de su visión de futuro y de su capacidad para transformar las dificultades en oportunidades de crecimiento.

Su visión holística de la salud lo llevó a desarrollar programas nutricionales innovadores, garantizando que cada miembro de la comunidad tuviera acceso a una dieta equilibrada y nutritiva. Los centros de maternidad, de puericultura y de atención a personas mayores, que dirigió con pasión y competencia, se han convertido en símbolos de esperanza y lugares de cuidado y apoyo.

Ibrahim Musa creía firmemente que la salud era un derecho humano fundamental y que la humanidad era una entidad indivisible. Su compasión y altruismo no tenían límites y su ejemplo inspiró a muchos a seguir sus pasos.

Su legado está grabado en los corazones de aquellos a quienes tocó con su bondad y sabiduría. Su lucha por una vida digna para su pueblo seguirá siendo una fuente de inspiración para las generaciones venideras.

En este momento de dolor, expresamos nuestras más profundas condolencias a la familia de Ibrahim Musa, a los dirigentes y trabajadores del sistema de salud saharaui y a todo el pueblo saharaui.

Fuente: https://mapmaghrebine.blogspot.com/2025/03/eredita-di-un-uomo-ibrahim-musa.html