ARTÍCULO DE OPINIÓN de DRISS MRAMI, fundador y presidente del Movimiento Progresista Marroquí, cuyo objetivo es promover los principios progresistas en Marruecos derrocando la monarquía totalitaria que sirve al imperialismo y luego estableciendo una república democrática en la que todos los segmentos del pueblo marroquí participen sin discriminación.
A pesar de décadas de ocupación y persecución, el pueblo saharaui sigue comprometido con su legítimo derecho a la autodeterminación.
El Sáhara Occidental, una de las últimas colonias de África, sigue siendo una causa justa para un pueblo que ha buscado la autodeterminación durante décadas. Esta región rica en recursos naturales, que cubre una superficie de aproximadamente 266.000 kilómetros cuadrados, está situada en el noroeste de África y limita al norte con Marruecos, al este con Argelia y al sur con Mauritania.
Contexto histórico del conflicto
El Sáhara Occidental fue una colonia española desde finales del siglo XIX hasta 1975, cuando España se retiró bajo presión internacional y local, dejando tras de sí un vacío político que fue rápidamente explotado por Marruecos y Mauritania. En lugar de permitir al pueblo saharaui ejercer su derecho a la autodeterminación, la región fue dividida: Marruecos tomó la mayor parte y Mauritania recibió otra porción, antes de renunciar a ella.
En contraste, los saharauis fundaron el Frente Polisario, un movimiento nacional que luchó política y militarmente contra la ocupación y, el 27 de febrero de 1976, declaró el establecimiento de la República Árabe Saharaui Democrática. Desde entonces, el pueblo saharaui libra una lucha continua contra la ocupación marroquí, que se niega a cumplir las resoluciones internacionalmente legítimas que afirman el derecho de los saharauis a la independencia.
El derecho a la autodeterminación y los obstáculos internacionales
Desde la resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas de 1963 que declaró al Sáhara Occidental un territorio no independiente, la comunidad internacional ha enfatizado constantemente la necesidad de permitir que los saharauis determinen su propio destino. En 1975, la Corte Internacional de Justicia emitió una opinión jurídica afirmando que no existían vínculos de soberanía entre Marruecos y el Sáhara Occidental, enfatizando que el pueblo del territorio tenía derecho a la independencia.
A pesar de ello, Marruecos sigue imponiendo su control sobre el territorio, apoyándose en políticas de asentamiento, represión militar y graves violaciones de los derechos humanos contra los saharauis. También utiliza sus recursos económicos e influencia política para obstruir los esfuerzos de la ONU para celebrar un referéndum de autodeterminación, una solución que ha sido apoyada por resoluciones de la ONU durante décadas.
Ocupación marroquí y saqueo de riquezas
El Sáhara Occidental posee enormes recursos naturales, incluidos fosfatos y ricas reservas de peces en su costa atlántica. La ocupación marroquí ha provocado la explotación ilegal de estos recursos, exportándose fosfatos a varios países sin el consentimiento del pueblo saharaui, mientras empresas extranjeras explotan los recursos pesqueros en connivencia con Rabat.
Por el contrario, los saharauis dentro de los territorios ocupados sufren marginación económica, desempleo y restricciones a las libertades, en un intento de borrar la identidad saharaui y obligar a la población a someterse a las políticas de ocupación.
La lucha de los saharauis y la continuación de la resistencia
Los saharauis no han detenido su lucha por la libertad, mientras el Frente Polisario sigue ejerciendo presión política y diplomática para obtener el reconocimiento internacional de la República Saharaui, que cuenta con el apoyo de numerosos países y de la Unión Africana. La resistencia pacífica también continúa dentro de los territorios ocupados, donde los activistas saharauis se enfrentan a una represión sistemática por sus legítimas demandas de independencia.
Conclusión: un derecho que no caduca con el paso del tiempo.
A pesar de décadas de ocupación y persecución, el pueblo saharaui sigue comprometido con su legítimo derecho a la autodeterminación, contando con la legitimidad internacional y el creciente apoyo de la comunidad internacional. La continua ocupación marroquí del Sáhara Occidental no sólo representa un flagrante desafío al derecho internacional, sino también un obstáculo para la estabilidad de la región. La única solución justa a esta cuestión es permitir a los saharauis elegir libremente su futuro, sin restricciones ni presiones.
Origen: Saara Ocidental: a causa de um povo que luta pela liberdade – Diário Causa Operária