Durante décadas, el Frente Polisario ha abogado por una solución pacífica al conflicto, participando activamente en las negociaciones dirigidas por las Naciones Unidas y respetando el alto el fuego de 1991

Durante décadas, el Frente Polisario ha abogado por una solución pacífica al conflicto, participando activamente en las negociaciones dirigidas por las Naciones Unidas y respetando el alto el fuego de 1991

La desinformación como arma: Desmantelando la propaganda contra el Frente Polisario y el pueblo saharaui

1. El Frente Polisario: un movimiento legítimo por la libertad

El Frente Polisario, reconocido oficialmente por las Naciones Unidas desde 1979 como único representante legítimo del pueblo saharaui, nació en 1973 como un movimiento de liberación nacional contra el colonialismo español. Tras la ocupación del Sáhara Occidental por Marruecos en 1975, lideró la resistencia contra la invasión, que fue condenada por multitud de organismos internacionales.

Durante décadas, el Frente Polisario ha abogado por una solución pacífica al conflicto, participando activamente en las negociaciones dirigidas por las Naciones Unidas y respetando el alto el fuego de 1991. Ha pedido constantemente la organización de un referéndum de autodeterminación del pueblo saharaui, un referéndum que Marruecos sigue obstaculizando, mientras intensifica la represión en los territorios ocupados y saquea los recursos naturales con la complicidad de corporaciones internacionales.

Calificar al Frente Polisario como “organización terrorista” carece de toda base jurídica o fáctica. No aparece en ninguna lista negra elaborada por Estados Unidos, la ONU, la Unión Europea o incluso el propio Marruecos. La acusación es el resultado de una campaña de desprestigio, alimentada por intereses económicos y geopolíticos que pretenden perpetuar la ocupación ilegal.

2. Falsos vínculos con Irán y Rusia: una narrativa inventada

Las insinuaciones que vinculan al Frente Polisario con regímenes como el iraní o el ruso carecen de pruebas verificables y forman parte de una estrategia de desinformación para desacreditar la lucha saharaui. El Polisario siempre ha mantenido una política de no alineamiento, basada en el respeto del derecho internacional y en el compromiso con una solución bajo los auspicios de las Naciones Unidas. No existen relaciones operativas, logísticas ni estratégicas con Teherán ni Moscú, y quienes difunden esas tesis alimentan una narrativa artificial de una amenaza global.

3. El caso de Adnan Abu Walid al-Sahraoui: una acusación sin sentido

Uno de los puntos más graves del artículo de The Daily Signal es el intento de asociar al Frente Polisario con la figura de Adnan Abu Walid al-Sahraoui, terrorista conocido por fundar el Estado Islámico en el Gran Sahara (EIGS). Se trata de una manipulación deliberada e irresponsable.

Nacido en 1973 en Smara, en los territorios ocupados, Adnan vivió temporalmente en campos de refugiados pero rápidamente rompió con el Polisario, oponiéndose a su ideología progresista y laica. Se radicalizó en círculos islamistas de Mauritania, con la influencia de instituciones religiosas apoyadas por actores externos como Arabia Saudita, y luego se unió a redes yihadistas como AQMI, MUJAO y finalmente ISGS, responsable de sangrientos ataques en el Sahel.

Culpar al Polisario de la deriva extremista de Adnan es un absurdo que traiciona toda lógica histórica y política. Se trata de un ataque a la credibilidad del movimiento saharaui, basado en distorsiones graves y ofensivas.

4. Argelia y los campos de refugiados: solidaridad humana, no complicidad

Otra narrativa falsa es la que pinta los campamentos saharauis en Tinduf, Argelia, como “focos del terrorismo”. Estos campamentos, creados en respuesta al éxodo masivo provocado por la ocupación marroquí, están gestionados por las autoridades civiles saharauis y apoyados por agencias internacionales como ACNUR, PMA y numerosas ONG.

Argelia ha proporcionado apoyo logístico y humanitario a una población de refugiados, cumpliendo con sus obligaciones morales y jurídicas en virtud del derecho internacional. Criminalizar esta solidaridad equivale a criminalizar la propia asistencia humanitaria.

5. ¿Quién está detrás de la campaña de propaganda?

El artículo en cuestión está firmado por Robert Greenway , ex asesor de seguridad nacional de la administración Trump, ahora director ejecutivo de los Acuerdos de Abraham. Su posición refleja la línea adoptada por Trump en 2020, cuando reconoció unilateralmente la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental a cambio de la normalización de las relaciones entre Rabat y Tel Aviv. Una decisión fuertemente cuestionada por la ONU, la Unión Africana y decenas de Estados.

El otro autor, Amine Ghoulidi , es un ciudadano marroquí cercano a los círculos gubernamentales de Rabat y que participa activamente en la promoción de la narrativa oficial marroquí en Estados Unidos. Su trabajo como “analista” responde más a una estrategia de lobby que a un genuino ejercicio de información independiente.

6. La verdadera amenaza: la ocupación y la inacción internacional

Mientras los ataques mediáticos contra el Frente Polisario se multiplican, Marruecos sigue sin ser molestado violando los derechos humanos en los territorios ocupados. Represión contra periodistas, activistas y civiles, expulsión de observadores internacionales, explotación ilegal de recursos naturales: todo esto ocurre bajo la mirada de una comunidad internacional que, demasiado a menudo, prefiere el silencio a la justicia.

La verdadera amenaza no es el Frente Polisario. La verdadera amenaza es una ocupación ilegal que dura casi 50 años, con la complicidad del silencio, la diplomacia interesada y la propaganda.


Conclusión: Verdad, no propaganda

La causa saharaui es una de las últimas batallas de descolonización del siglo XXI. Asociarlo con el terrorismo o con potencias extranjeras hostiles es un intento flagrante de reescribir la realidad para beneficiar a los ocupantes.

El pueblo saharaui no necesita ser criminalizado. Necesita que finalmente se respete su derecho inalienable a la autodeterminación.

Origen: La desinformación como arma: Desmantelando la propaganda contra el Frente Polisario y el pueblo saharaui