Interesante artículo de John Bolton publicado este 28 de mayo en The Washington Times, en el que el exasesor de Seguridad Nacional de Donald Trump lanza una dura crítica a la política exterior de Estados Unidos respecto al Sáhara Occidental y su abandono del principio de autodeterminación saharaui. Bajo el título «China y Rusia ganan influencia africana mientras Estados Unidos ignora la crisis de soberanía del Sáhara Occidental», Bolton plantea que la pasividad de Washington frente a este conflicto podría ser aprovechada por potencias rivales como Pekín y Moscú.
“La solución obvia a la cuestión de la soberanía es preguntar a los habitantes del Sáhara Occidental qué prefieren: la independencia o la prometida ‘autonomía’ bajo el control de Marruecos”, afirma Bolton, subrayando la necesidad de retomar el camino del referéndum acordado por la ONU en 1991. En su texto recuerda que Estados Unidos fue clave en impulsar la Resolución 690 del Consejo de Seguridad, que establecía una misión de paz para organizar ese referéndum, pero denuncia que Marruecos lleva décadas obstruyendo su realización.
Bolton no duda en calificar la situación actual como una oportunidad perdida para Occidente: “Con la creciente influencia china y rusa en África, este no es el momento de brindar otra oportunidad para aumentar su influencia”. Alude así al riesgo geopolítico que supone dejar el terreno libre a estas potencias en una región estratégicamente clave como el Sahel.
En un tono particularmente crítico, Bolton advierte contra los intentos recientes de etiquetar al Frente Polisario como una organización terrorista, iniciativa impulsada por aliados de Marruecos en Estados Unidos: “Esta es la afirmación más inexacta que se podría hacer sobre los saharauis, quienes se encuentran entre los decididamente moderados en sus creencias religiosas”. Recuerda que el propio senador James Inhofe, fallecido expresidente del Comité de las Fuerzas Armadas, fue un firme defensor del Polisario precisamente por su apertura religiosa.
También denuncia las acusaciones infundadas que vinculan al Polisario con Irán, tachándolas de “propaganda antisaharaui” sin respaldo fáctico. Bolton destaca que incluso el Reino Unido ha rechazado oficialmente esas afirmaciones, mientras que el nuevo gobierno sirio y el propio Frente Polisario las han desmentido rotundamente.
En conclusión, Bolton propone un retorno a los principios originales de la política estadounidense sobre el Sáhara Occidental: “La política estadounidense debería volver a sus orígenes en 1991, apoyando un referéndum para que los saharauis decidan su propio futuro”. Un mensaje que, viniendo de una figura con su trayectoria y conexiones en la política exterior estadounidense, no debería caer en saco roto.
ARTÍCULO CITADO: https://www.washingtontimes.com/news/2025/may/28/china-russia-gain-african-influence-america-ignores-western-sahara
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Centro de Análisis del Sáhara Occidental @CasoSahara
En un artículo de opinión publicado el 28 de mayo de 2025 en The Washington Times, John Bolton, @AmbJohnBolton ex asesor de Seguridad Nacional del presidente Donald Trump, ofrece una lectura geopolítica lúcida del conflicto del Sahara Occidental y sus implicaciones estratégicas para Estados Unidos. Esta postura, procedente de una figura destacada de la diplomacia estadounidense, es especialmente importante en un momento en el que la región del Sahel y del Magreb ha vuelto a convertirse en un terreno de influencia entre potencias.
John Bolton señala que el proceso político de la ONU se encuentra actualmente en un punto muerto no por una incapacidad del sistema internacional para actuar, sino por la persistente negativa de Marruecos a aceptar la organización del referéndum de autodeterminación previsto en los acuerdos de alto el fuego de 1991. Insiste en que la cuestión del Sáhara Occidental es ante todo una cuestión de derecho internacional, en particular el derecho de los pueblos a la autodeterminación, y que la prolongada inacción de Estados Unidos equivale a un desapego de los principios que dice defender.
El autor también establece un vínculo directo entre esta inacción y el ascenso de Rusia y China en África, que están explotando el vacío estratégico dejado por las democracias occidentales para establecerse como socios sustitutos. Según él, una política exterior coherente y realista exige que Estados Unidos renueve su apoyo al derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui, no sólo por razones morales y jurídicas, sino también para preservar su credibilidad e influencia en África. Este análisis es coherente con las conclusiones de muchos especialistas en derecho internacional y diplomacia africana: el impasse actual no puede superarse sin una clara presión diplomática a favor de la celebración de un referéndum de autodeterminación, el único mecanismo reconocido por las Naciones Unidas para resolver este conflicto de forma duradera.