«Con la primera visita del Che Guevara a Argelia, en 1963, donde conoció la lucha saharaui, nació el apoyo a la formación del Movimiento de Liberación del Sahara. Esa organización fue predecesora del Frente Polisario», recordó Pedro Pablo Prada, embajador de Cuba en Argentina.

Fue en el marco de la Segunda Conferencia de la Federación Internacional de Periodistas y Medios Solidarios con la Causa Saharaui, que se realizó en Buenos Aires los últimos días de mayo.

Participaron periodistas de distintos países del mundo, con la presencia especial de algunos comunicadores saharauis de los territorios ocupados por Marruecos, de la diáspora y también de los campamentos de refugiados en el territorio que cede Argelia.

El pueblo saharaui está dividido en cuatro. La inmensa mayoría, cerca de 700 000 personas, en el territorio ocupado por Marruecos, que es casi el 70 % del total, con 186 000 kilómetros cuadrados y una costa de 1 100 kilómetros.

Sus principales riquezas son los fosfatos y la pesca. Una segunda parte son los territorios liberados, con más o menos unos 74 000 kilómetros cuadrados y un «Muro de la Vergüenza» de 2 720 kilómetros de extensión que construyó Marruecos, plagado de minas antipersonales.

En ese territorio, liberado por el Frente Polisario, se lleva adelante una guerra anticolonialista y, por tanto, ahí no hay más que soldados.

Luego, unas 200 000 personas viven en los campamentos de refugiados saharauis en territorio que Argelia generosamente les otorga. Por último, está la diáspora saharaui, de unas 25 000 personas, la mayoría en España, antigua metrópoli colonial que, a la muerte del dictador Franco, abandonó irresponsablemente el territorio, dejándolo a expensas de la invasión y ocupación marroquí.

🇪🇭🇨🇺El compromiso de una isla con el Sahara Occidental.

✍️Entre las cosas que casi no fallan en una familia saharaui –según dicen ellos– es tener a alguien estudiando en Cuba.

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— Periódico Granma (@Granma_Digital) June 23, 2025

En la conferencia de Buenos Aires también estuvo presente el poeta Mohammed Alí Alí Salem, quien es el representante del Frente Polisario en Argentina, pero tiene categoría de embajador de un pueblo que lucha por el reconocimiento de su Estado. Consultado por Granma, dijo: «Para mí, Cuba es el epígrafe de la solidaridad. Cuba es nuestro mejor amigo, desde siempre».

En el panel final de la conferencia, el representante saharaui compartió reflexiones con el embajador de Argelia en Argentina, Lofti Sebouai, y su par cubano. Prada recordó que ya en 1980 Cuba estableció vínculos diplomáticos con la República Árabe Saharaui Democrática, declarada independiente en 1976.

«En aquel año de la independencia, muchos estudiantes saharauis quedaron fuera de las escuelas y universidades españolas, sin posibilidades de insertarse en otras naciones vecinas en las que no se hablaba español. Fue nuestro Gobierno el que los acogió. El primer contingente de 22 jóvenes saharauis llegó a Cuba en 1977, y en 1982 obtenían sus títulos los primeros ocho médicos graduados en centros de la Educación Superior. Tras ellos siguieron centenares de niños y adolescentes», recordó el Embajador cubano.

A partir de la invasión marroquí de 1977 y el refugio de los saharauis en campamentos de Argelia, llegó la primera brigada médica cubana de 11 profesionales, y desde ese momento siguieron más de 500 médicos, hasta asentar la brigada permanente en los campamentos, principalmente en Tinduf.

Prada también recordó: «En febrero de 2022, nuestro Gobierno donó a la República Saharaui 558 000 dosis de la vacuna cubana Soberana 02, contra la covid-19, creada y producida por el Instituto Finlay».

En casi 50 años, cerca de 4 000 estudiantes saharauis se han graduado de las escuelas cubanas desde 1977.

Hacia el final de su presentación, el Embajador cubano dijo: «Dicen nuestros hermanos saharauis que hay cuatro cosas que en una familia saharaui casi no fallan: 1) que tiene un familiar en el Sahara ocupado; 2) que tiene algún familiar caído como mártir o víctima de una mina; 3) que tiene un combatiente, y 4) que tiene a alguien que ha estudiado en Cuba».

Estallaron los aplausos del auditorio, y Prada concluyó: «Seguiremos defendiendo el derecho de los saharauis a vivir en su tierra, a disfrutar de sus recursos naturales, a determinar el orden político, económico, social y cultural que su pueblo eligió. Lo haremos mientras haya un solo grano de arena bajo ocupación extranjera. La era del colonialismo acabó».