Es la zona más caliente en el mapa mundial del terrorismo yihadista. En 2024 alrededor del 50% de las muertes por terrorismo se registraron en el Sahel (Mali, Burkina Faso y Níger), según el Índice Global de Terrorismo. El África subsahariana se ha convertido en un territorio fértil para las dos organizaciones que litigan por liderar el movimiento yihadista, la veterana Al Qaeda y la que nació de su escisión en Irak: el autodenominado Estado Islámico.

Ambas han logrado extender sus tentáculos por una región asolada por los golpes militares, la violencia étnica y los estragos del cambio climático. Desde hace meses el foco se ha colocado en sus cúpulas y la supuesta presencia de saharauis. Fuentes del CNI y expertos en yihadismo desmontan en conversación con El Independiente algunas de las informaciones inexactas que han circulado en las últimas semanas, con el trasfondo de la guerra de propaganda que libran Marruecos y Argelia.