Un tribunal de Rotterdam, al oeste de los Países Bajos, ha solicitado formalmente la comparecencia de Yassine Mansouri, jefe del servicio de inteligencia exterior de Marruecos (DGED), en un supuesto caso de espionaje que involucra a un funcionario holandés de origen marroquí.
El caso se refiere a Abderrahim El M. , exanalista del Coordinador Nacional de Seguridad y Antiterrorismo de los Países Bajos (NCTV). Detenido en octubre de 2023 en el aeropuerto de Schiphol cuando se disponía a embarcar en un vuelo a Marruecos, portaba documentos clasificados del gobierno neerlandés. Según la fiscalía, 65 de los 120 archivos incautados estaban clasificados como secretos de Estado.
Las autoridades judiciales neerlandesas sospechan la existencia de una colaboración directa entre El M. y Yassine Mansouri, el poderoso jefe de la Dirección General de Estudios y Documentación, figura influyente dentro del régimen marroquí y cercano al rey Mohamed VI. Viajes al extranjero, vuelos y alojamiento fueron presuntamente organizados por entidades vinculadas a la inteligencia marroquí.
El Jefe del Servicio Exterior fue citado como testigo
El tribunal solicita que Mansouri sea testigo en el proceso. Esta solicitud se suma a la dirigida contra otros cuatro agentes marroquíes sospechosos de haber recibido información confidencial transmitida por El M. La fiscalía alega que los intercambios se produjeron en varias ocasiones, lo que indica una operación de espionaje estructurada .
El abogado del principal acusado negó cualquier transferencia de información a una potencia extranjera y se negó a comentar la solicitud de escuchar a testigos específicos.
Marruecos: posibles implicaciones diplomáticas
La implicación de Yassine Mansouri, considerado uno de los hombres más influyentes del reino, se hace eco de otros temas delicados. Su nombre ha sido citado en investigaciones europeas sobre injerencia extranjera , especialmente en el Parlamento Europeo. También está vinculado al escándalo de Pegasus, un programa espía acusado de ser utilizado para vigilar a periodistas, activistas y políticos.
Este caso podría exacerbar las tensiones entre La Haya y Rabat. Si bien ambos países cooperan en la prevención de la delincuencia y la gestión de la migración, las actividades de inteligencia marroquíes en territorio neerlandés se denuncian con regularidad. La AIVD (servicios de inteligencia neerlandeses) ha identificado al país de Mohammed VI como un actor activo en la vigilancia de su diáspora con fines políticos y económicos.
La posible audiencia del jefe de la DGED, Yassine Mansouri, sigue siendo incierta, pero su nombre aparece ahora en el centro de una disputa legal con dimensiones diplomáticas.
Origen: Maroc – espionnage : un proche de Mohammed VI réclamé par un tribunal néerlandais