Pero las imágenes muestran también a tres mujeres, con trajes similares a los de los astronautas, caminando con un aparato que emite un ruido especial, y que se asemeja a los utilizados para encontrar objetos metálicos en las playas. Pero aquí la recompensa es mayor, porque detectar una mina significa salvar vidas.
Tras la invasión marroquí de 1975, una parte del pueblo saharaui fue desplazada y se refugió en campamentos en Tinduf (Argelia), mientras otra permaneció en los territorios ocupados y una tercera se dispersó en la diáspora. En 2019, un año antes de que se reanudara el conflicto que había cesado en 1991, Fatimetu Bucharaya creó SMAWT, un grupo conformado solo por mujeres para detectar minas antipersona y concienciar a sus vecinos sobre su peligro. El corto documental Disonancia (2025), de la directora Raquel Larrosa (Huesca, 34 años), cuenta su historia y también la de Aicha Babait y Ndoruha Farkuh, periodista y arqueóloga respectivamente, que se sumaron al trabajo por falta de oportunidades laborales.
En total, fueron alrededor de ocho mujeres las que conformaron el grupo. “Para ser sincera, la primera vez que me encontré con una mina me asusté, pero al mismo tiempo sentí de verdad algo como felicidad, alegría, al darme cuenta de que había encontrado una mina letal”, cuenta la fundadora de SMAWT en un momento del cortometraje.
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