“Debe haber una investigación inmediata e independiente de la violenta represión por las fuerzas de seguridad marroquíes de las protestas juveniles tras informes creíbles de que ha causado la muerte de al menos 3 manifestantes y heridas a decenas más, y de que más de 400 personas han sido detenidas en todo Marruecos desde finales de septiembre de 2025”, ha declarado hoy Amnistía Internacional.
Las protestas, descritas como dirigidas por la generación Z, comenzaron pacíficamente, pero las autoridades respondieron con fuerza ilegítima y detenciones arbitrarias masivas. Por ejemplo, la noche del 30 de septiembre, imágenes de vídeo examinadas por Amnistía Internacional muestran a las fuerzas de seguridad conduciendo deliberadamente sus vehículos contra manifestantes o deteniendo a éstos con violencia. Testigos presenciales han descrito también a la organización cómo las fuerzas de seguridad detuvieron por la fuerza a manifestantes. En las dos noches siguientes, se informó de actos de violencia por parte de manifestantes y en algunos casos se destruyó propiedad de la policía, mientras que en otros lugares las protestas siguieron siendo pacíficas.
“Nos alarman enormemente los indicios que están apareciendo sobre el uso por las fuerzas de seguridad marroquíes de fuerza excesiva y detenciones masivas de manifestantes y viandantes. Las autoridades deben garantizar una investigación transparente sobre las muertes y responder a los incidentes de violencia actuando con moderación con arreglo a las directrices internacionales. Las autoridades de Marruecos deben garantizar la protección del derecho a la protesta pacífica. Ninguna persona debe ser castigada por ejercer sus derechos humanos y reclamar sus derechos económicos y sociales, y el fin de la corrupción”, dijo Heba Morayef, directora regional de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África.
“El derecho internacional prohíbe el uso de fuerza letal por funcionarios encargados de hacer cumplir la ley salvo que sea estrictamente inevitable para proteger la vida. Las autoridades deben adoptar todas las medidas disponibles para evitar recurrir al uso de la fuerza y, cuando la fuerza sea inevitable, ésta debe ser estrictamente necesaria y proporcional, y se debe garantizar que se usa con precaución para minimizar los daños”.
Amnistía Internacional ha examinado decenas de vídeos difundidos en las redes sociales que muestran a las fuerzas de seguridad, algunos de cuyos miembros iban a veces vestidos de civil, deteniendo por la fuerza a manifestantes el 28 y el 29 de septiembre y llevándolos a furgonetas policiales.
Una persona que participaba en las protestas describió a Amnistía Internacional cómo unos miembros de las fuerzas de seguridad vestidos de civil rodearon a manifestantes individuales: “Vi a las fuerzas de seguridad que se llevaban por la fuerza a una joven que estaba sentada en el suelo, sin hacer nada, ni siquiera coreaba o gritaba consignas. Ella les preguntó: ‘¿Qué he hecho?’ y dijo: ‘Estoy en mi derecho de estar aquí’, pero no le contestaron y la metieron violentamente en la furgoneta”.
Otra persona que participó en las protestas de Casablanca dijo que la policía “se dirigía específicamente a quienes hablaban con los medios de comunicación, los vi correr hacia una persona que estaba dando una entrevista a dos periodistas, estaba hablando ante los micrófonos cuando llegó la policía desde detrás y se lo llevaron a la fuerza”. Algunas personas fueron detenidas cuando hacían declaraciones ante los medios de comunicación, como se ve en los vídeos difundidos en Internet.
Estas prácticas suscitan gran preocupación por la detención arbitraria, la ausencia de garantías procesales y el efecto intimidatorio en el ejercicio del derecho a la libertad de reunión.
Imágenes de vídeo que ha examinado Amnistía Internacional muestran unos vehículos de las fuerzas de seguridad dirigiéndose directamente hacia un grupo de manifestantes la noche del 30 de septiembre al 1 de octubre en Ujda, lo que causó heridas graves al menos a una persona.
Este tipo de acciones constituyen un uso de la fuerza peligroso e ilegítimo, ponen vidas en peligro y propician la escalada de la violencia.
El uso intencionado de vehículos para golpear a manifestantes que no representan ninguna amenaza inminente para la vida es una violación flagrante de las normas internacionales de derechos humanos, como los Principios Básicos de la ONU sobre el Empleo de la Fuerza y de las Armas de Fuego, que exige que las autoridades minimicen el daño y protejan la vida en todo momento.
Las cifras oficiales indican que desde el 28 de septiembre han sido detenidas 409 personas, 193 de las cuales, como mínimo, han sido procesadas, muchas de ellas en libertad bajo fianza. Profesionales del derecho con quienes ha hablado Amnistía Internacional han manifestado que sigue siendo difícil de confirmar el número de personas que permanecen detenidas porque cambia constantemente.
Las personas enjuiciadas, entre las que hay menores de edad, están acusadas en aplicación del artículo 581 del Código Penal marroquí, que penaliza la participación en reuniones consideradas violentas, a pesar de que estas personas fueron detenidas los días 28 y 29 de septiembre, antes de que hubiera informaciones sobre actos de violencia.
“Las autoridades marroquíes deben retirar inmediatamente los cargos contra cualquier persona detenida exclusivamente por ejercer su derecho de reunión pacífica. Las autoridades marroquíes, en cumplimiento de sus obligaciones internacionales de derechos humanos, deben respetar y salvaguardar el derecho a la protesta. En lugar de recurrir a la represión, el gobierno debe atender las peticiones legítimas de la juventud de mejor educación, una sanidad equitativa, oportunidades de empleo dignas, transparencia y medidas anticorrupción”, concluyó Heba Morayef.
Información complementaria
A finales de septiembre de 2025 estallaron protestas en múltiples ciudades de Marruecos, como Casablanca, Agadir, Marrakech, Tánger, Salé, Ujda y Rabat. La movilización fue impulsada por la frustración generalizada causada por unos servicios públicos deficientes, el alto nivel de desempleo, la corrupción y los ingentes gastos destinados a la Copa Mundial de 2030.
El movimiento dirigido por la juventud, que se identifica a sí mismo como “Generación Z 212”, está en gran medida descentralizado y organizado a través de plataformas de redes sociales como TikTok, Instagram y Discord.
Las protestas fueron pacíficas durante varios días. Sólo se informó de actos violentos a partir de las noches del 30 de septiembre y 1 de octubre, cuando se intensificaron los enfrentamientos, se incendiaron vehículos y las fuerzas de seguridad usaron gas lacrimógeno, balas de goma y munición letal. Según el Ministerio del Interior marroquí, al menos 263 miembros de las fuerzas de seguridad y 23 civiles han sufrido heridas durante los disturbios.
Origen: Uso excesivo de la fuerza contra manifestantes en Marruecos