Que el lema más coreado por los jóvenes marroquíes sea «no queremos Mundial, queremos sanidad», debería causar algo más que bochorno en Moncloa
Cuando el grito desesperado de esa juventud sin porvenir alguno vuelve a dominar las plazas de las principales ciudades marroquíes, no queda sino preguntarnos qué trampantojo será capaz esta vez de emplear la Casa Real alauí para seguir subsistiendo. Pero esta vez no son fáciles las cosas, dado que al estallido social -que intermitentemente se hace sentir en la orgullosa nación magrebí- se une la conciencia de que el régimen se encuentra muy débil, con un monarca enfermo y completamente ausente, que deja sensación de interregno en el que lo viejo no muere ni nace lo nuevo y las camarillas de aquí y de allá enredan lo suyo en un sálvese quien pueda bien coreografiado.
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Origen: Las barbas que no pone a remojar Mohamed VI en Marruecos