Una carta abierta dirigida al rey Mohamed VI y publicada en Change.org ha reunido las voces de numerosos marroquíes que se declaran “hijas e hijos de esta nación” en apoyo al movimiento juvenil #GenZ212. El texto, titulado “Ha llegado el momento de actuar en profundidad”, denuncia la represión y las muertes ocurridas durante las protestas, y responsabiliza directamente al monarca de la crisis actual. Los firmantes advierten que Marruecos se encuentra en un momento crítico y que la represión solo puede conducir al país “hacia lo desconocido”.
La carta reconoce como legítimas las demandas de la juventud marroquí —reforma de la sanidad, la educación y la gobernanza—, y reclama una respuesta política profunda, no meramente simbólica. Apoya la exigencia de dimisión del primer ministro Aziz Akhannouch, pero subraya que el verdadero poder emana del Palacio real y que, por tanto, los cambios deben atacar las raíces del sistema: la corrupción estructural, el clientelismo y la connivencia entre poder político y económico. “Los símbolos, por sí solos, no bastan”, señala el documento, que exige una transformación real del modo de gobernar.
Entre sus principales propuestas, la carta plantea tres ejes: la moralización del poder mediante una lucha efectiva contra la corrupción; la reorientación de las prioridades del Estado hacia los servicios esenciales —educación, sanidad, empleo— en lugar de los megaproyectos de lujo como estadios o trenes de alta velocidad; y la restauración de la credibilidad institucional, vinculando el ejercicio del poder con la responsabilidad política y penal ante la ciudadanía y los tribunales. A corto plazo, los autores instan a adoptar medidas urgentes: presentar condolencias a las familias de las víctimas, liberar a todos los presos políticos y del movimiento GenZ212, reformar el Código Penal, garantizar la libertad de prensa y abrir un proceso genuino de reforma constitucional.
El texto concluye apelando directamente al rey a “abrir el camino hacia una reconciliación real entre todas las hijas e hijos de Marruecos” y a responder a las reivindicaciones que los jóvenes repiten en las calles desde hace días: dignidad, libertad y justicia social. Para sus firmantes, ha llegado el momento de romper con el inmovilismo del Majzén y de sustituir los gestos de propaganda por actos concretos que devuelvan la esperanza a una generación que se niega a vivir sin futuro.