- El Ministerio de Asuntos Exteriores manifiesta el compromiso de España con la seguridad de los periodistas y la libertad de expresión en todo el mundo, lo que no ocurre si se trata del Sáhara Occidental.
- Los periodistas saharauis sufren hostigamiento, detenciones arbitrarias, torturas, amenazas, vigilancia, confiscación de material, difamación y otros abusos.
- Siete periodistas saharauis cumplen severas condenas, incluida la cadena perpetua, en cárceles marroquíes y España no dice nada.
Alfonso Lafarga.-
“España está comprometida con la seguridad de los periodistas y la libertad de expresión en todo el mundo”. Es la manifestación que difundió el Ministerio de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación con motivo del Día Mundial de la Libertad de Prensa, declaración que podría haber incluido “… menos en el Sáhara Occidental”.
El departamento del que es titular José Manuel Abares -el gran amigo del ministro de Asuntos Exteriores marroquí, Nasser Bourita, como le gusta decir- a la afirmación que presenta en su página web “España es un país profundamente comprometido con los Derechos Humanos, cuya protección y promoción constituye un eje prioritario de nuestra política exterior” ha añadido otra en Twitter referente a la seguridad de los periodistas y la libertad de expresión.
Pero cualquier alusión de este ministerio a los Derechos Humanos o la libertad de expresión nunca se refiere a la antigua colonia española ocupada por Marruecos, país al que el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, ha respaldado en sus pretensiones sobre el Sáhara Occidental poniendo fin al apoyo al derecho de autodeterminación del pueblo saharaui mantenido por los anteriores gobiernos, tanto del PSOE como del PP.
La libertad de expresión y la seguridad de los periodistas no existe en los territorios ocupados del Sáhara Occidental -tampoco en Marruecos- , como ya denunció en 2019 Reporteros Sin Fronteras, que dijo es “uno de los lugares más áridos del mundo para la información y el periodismo.
La agencia de prensa saharaui Equipe Media denunció con motivo del día de la libertad de prensa “la situación intimidatoria a que se enfrentan los periodistas en el Sáhara Occidental”, territorio “inaccesible para la mayoría de los medios de comunicación internacionales, por lo que la única información que sale de allí proviene de periodistas saharauis”.
Los informadores saharauis, según EM, “afrontan diariamente hostigamiento, detenciones arbitrarias, torturas, amenazas, vigilancia constante, confiscaciones de materiales, difamaciones y otros abusos similares simplemente por ejercer su profesión y sacar a la luz la información que el público merece conocer”.
Actualmente, siete periodistas saharauis cumplen severas condenas en cárceles marroquíes, consecuencia de juicios sin garantías ni pruebas y con confesiones obtenidas bajo tortura, que tienen en la huelga de hambre la única arma para denunciar su situación. Los periodistas saharauis presos son Abdalahi Lekhfauni, condenado a cadena perpetua, de Equipe Media; Hassan Dah, (25 años de cárcel), de RASD Tv y Radio; Mohamed Lamin Haddi (25 años), de RASD Tv y Radio; El Bachir Khada (20 años), de Equipe Media; Khatri Dadda (20 años), de Salwan Media; Mahmud Khambir (10 años) y Yahdih Essabi (2 años), de Gargarat Media. Lekhfuani, Khada, Haddi y Dah llevan más de trece años en prisión, cinco de ellos en aislamiento.
Equipe Media pide a la comunidad internacional que proteja la libertad de prensa y el derecho a la información en el Sáhara Occidental, el fin de la persecución que sufren los periodistas saharauis y que se ponga en libertad a los periodistas encarcelados.
Pero la seguridad de los periodistas saharauis y la libertad de expresión en el Sáhara Occidental, como ocurre con la violación de los DDHH, no aparecen nunca en las declaraciones del presidente del Gobierno ni del ministro de Asuntos Exteriores de España.
Mientras tanto, en el Sáhara Occidental ocupado por Marruecos se violan continuamente los Derechos Humanos, como han denunciado las principales organizaciones internacionales. La siguiente es una relación de algunos casos ocurridos en abril, elaborada con datos de ONG y medios de información saharauis y españoles: