París, 22 feb (EFE).- Los gestos de acercamiento de Francia a Marruecos tras el giro del pasado verano cuando París se alineó con Rabat sobre el Sáhara Occidental al excluir la autodeterminación se han repetido este sábado con la inauguración del Salón de la Agricultura de París, con el reino alauí como invitado.
Macron ha añadido que «tener una alianza tan fuerte es un gran orgullo para nuestra agricultura y para nuestro país».
Las autoridades francesas a todos los niveles están moviéndose desde hace meses para concretar el refuerzo de las relaciones con Marruecos y sacar dividendos. El próximo capítulo es la visita a ese país durante cuatro días del presidente del Senado, el conservador Gérard Larcher, que pasará por el Sáhara Occidental.
Durante su estancia allí, se reunirá con el presidente de ese territorio bajo control marroqui y con el presidente del consejo municipal de la capital de la antigua colonia española, y pronunciará un discurso.
Además, tanto el presidente de la cámara alta -que es en términos jerárquicos la segunda autoridad del Estado en Francia, sólo por detrás del presidente- como su delegación visitarán «varios proyectos socioeconómicos estructuradores» de la ciudad y de la región.
A comienzos de esta semana fue la ministra francesa de Cultura, Rachida Dati (cuya familia es de origen marroquí), la que durante una visita a Marruecos también hizo una escala en el Sáhara Occidental para inaugurar una delegación de la Alianza Francesa en El Aaiún y una filial del Instituto Superior de Profesionales Audiovisuales y Cinematográficas en Dajla.
Antes que Dati, en noviembre había sido el embajador francés en Rabat, Christophe Lecourtier, el que estuvo en ese territorio disputado que es uno de los principales puntos de conflicto entre Marruecos y Argelia, principal soporte de los independentistas del Frente Polisario.
Todos esos movimientos han estado propiciados por la declaración de Emmanuel Macron que el pasado 30 de julio dijo que el plan marroquí de autonomía para el Sahara Occidental es «la única base» para una solución a la crisis en la que está sumida desde hace medio siglo la antigua colonia española.
Una forma de excluir la posibilidad de un referéndum de independencia que rechaza totalmente Rabat.
Ese giro ha supuesto, por una parte un serio enfriamiento de las relaciones con Argelia, pero por otra una aceleración de los contactos y los intercambios con Marruecos, como quedó en evidencia con los contratos y acuerdos de inversión de «hasta 10.000 millones de euros» firmados durante la visita de Macron a Rabat a finales de octubre. EFE
Origen: Nuevos gestos de acercamiento de Francia a Marruecos tras el giro por el Sáhara Occidental
OPINIÓN en La Patrie News
Akhanouch, invitado de honor en el salón agrícola francés: la prueba de que Marruecos dicta sus decisiones a Macron
El presidente Emmanuel Macron está llevando a su país hacia la perdición. Cada una de sus acciones y cada una de sus decisiones constituye un paso más hacia el precipicio fatal. Porque lo que está en juego en este momento es el futuro mismo, la supervivencia misma de Francia. La última escapada presidencial: Aziz Akhanouch, primer ministro marroquí, es el invitado de honor del salón agrícola francés. Este espectáculo ya tiene una reputación sulfurosa. Allí los presidentes son abucheados regularmente. Los agricultores franceses, duramente afectados por la globalización y la competencia (¿desleal?), organizan periódicamente manifestaciones espectaculares. Espectacular con sus tractores bloqueando las carreteras y avanzando a paso de tortuga, o toneladas de leche o diversos productos agrícolas arrojados al campo. Estos recordatorios sirven para poner de relieve que una de las bestias negras de estos agricultores enojados no es otra que Marruecos. También se han presentado numerosas denuncias contra él ante el Consejo de Estado y el TJUE (Tribunal de Justicia de la Unión Europea). Marruecos, por su competencia desleal y su ocupación ilegal del Sáhara Occidental, ha sido condenado en numerosas ocasiones. A menudo le pillan in fraganti en asuntos sórdidos relacionados con el etiquetado, los productos tempranos o los aranceles aduaneros. En resumen, convertir a Akhanouch en invitado de honor de este salón es la peor provocación que se puede hacer a unos agricultores exhaustos, muchos de los cuales están muy endeudados y corren el riesgo de tirar la toalla. Posando orgulloso este sábado junto a Akhanouch, Macron declaró su llama, su orgullo y su amor por Marruecos. Actitud surrealista como la que cada vez asume más este presidente, rechazada por más del 60% de los votantes. Al actuar de esta manera, Macron juega con fuego y, sobre todo, nos demuestra que no es libre en sus movimientos y decisiones. Desde su carta de sumisión a Mohamed VI sobre la ocupación marroquí del Sáhara Occidental, no ha dejado de demostrar y demostrar que el futuro del Majzen le importa mucho más que el de Marruecos. ¡Pobre gente de Francia! ¡Y pobres agricultores franceses!
Lámina El Ghayeb