Como parte de las actividades que se realizan por la Semana de la Identidad Saharaui, en la Asamblea Nacional se desarrolló el panel ‘La Descolonización de los Territorios no Autónomos y el Derecho a la Autodeterminación de los Pueblos’. Minutos antes el evento fue inaugurado por la presidenta de la Comisión de Relaciones Internacionales, María Augusta Calle.
La asambleísta también fue la primera expositora de este panel, que contó como moderador al defensor del pueblo adjunto, Patricio Benalcázar. La parlamentaria, antes de comenzar su exposición envió un sentido pésame por la muerte del líder del Frente Polisario y presidente de la República Árabe Saharaui Democrática, Mohamed Abdelaziz, el pasado 31 de mayo.
En su disertación se refirió a varios procesos colonizadores al rededor del mundo, a fin de comprender sobre la descolonización. ‘Nuestro continente conoce más que nadie los efectos perversos del colonialismo’, sostuvo. Comentó que la colonización que marcó nuestra cultura, creencias y dijo que muchos estudios han determinado que la herencia colonial ha sido determinante en el desarrollo de la economía de nuestros países.
‘Esa fiebre colonizadora pretendía conceptos impensables para nuestra época, como el de la raza superior que tiene el deber de civilizar a las razas inferiores, cristianizar a nuestros indígenas. Piensan en términos imperialistas, debido a que la lógica era dominar a los países para mostrar su poder’, añadió. Depués hizo un recorrido de las colonizaciones realizadas por España, Francia, Inglaterra, Reino Unido, entre otros.
Enfatizó que estas conquistas se lograron a través de la violencia para derrotar y esclavizar. Los colonizados no podían hablar de derecho a la salud, la educación no estaba adaptada para ellos, no tenían derecho de voto, no tenían posibilidad de definir su propio futuro, agregó la parlamentaria antes de detallar lo que está sucediendo en Saharaui.
Contó que el Sahara occidenteal, un territorio que se encuentra en la costa noroccidental de África y que limita con Marruecos, Mauritania y Argelia, estuvo bajo la colonización española hasa 1976. Indicó que el proceso de descolonización se inició en 1963 y que no ha concluido aún, a pesar de que ese mismo año la Organización de Naciones Unidas (ONU) incluyó a este territorio en la lista de No Autónomos. Sin embargo, explicó que España entregó el territorio a Marruecos y Mauritania en 1975. Tras la retirada española y el comienzo de la guerra entre las partes beligerantes, en 1976, el pueblo saharaui proclamó la República Árabe Saharaui Democrática, manifestó.
Así mismo, relató que el Consejo de Seguridad de la ONU creó la misión de las Naciones Unidas para el referédum del Sahara Occidental, con el mandato de supervisar el alto al fuego y organizar un referéndum.
En la siguiente presentación, el embajador de Saharaui Alisalem Sidi Sein, confirmó dicha historia y aseveró que desde aquella fecha, las esperanzas puestas en el proceso de paz, iniciado en 1991, después del acuerdo del alto al fuego se han visto defraudadas con el trascurso de los años, sin que se haya logrado el objetivo para que fue concebido, es decir, la celebración de un referendum sobre el futuro de este territorio y su pueblo. Marruecos sigue ocupando parte importante de nuestro territorio y sigue explotando nuestras riquezas, aseguró.
Dijo que durante el proceso de descolinización mucha gente ha muerto, otros han sido desaparecidos y detenidos. Explicó que en este territorio se encuentra el muro más largo del mundo, con 2.700 kilómetros, con alrededor de 10 millones de minas antipersonales y 12 mil efectivos marroquies. ‘El hecho de desarrollar este evento tiene una significativa importancia para nuestro pueblo y refleja las excelentes relaciones que tenemos con otros países’, añadió.
En este sentido, recordó que Ecuador reconoció oficialmente a la República Árabe Saharaui Democrática el 14 de noviembre de 1983, el mismo días en que en que se hizo el reparto del territorio entre Marruecos y Mauritania. Desde entonces se han venido estrechando lazos en diferentes frentes. ‘Compartimos la misma historia, idioma’, expresó.