Copenhague, Dinamarca | ECS. La madrugada del sábado, la oficina de “Global Aktion” en la capital danesa fue blanco de un ataque con material explosivo o combustible encendido, lo que no solo generó graves daños materiales, sino que puso en peligro la vida de los residentes de un edificio de cuatro pisos. Este acto de violencia, marcado por mensajes de odio contra el pueblo saharaui, podría formar parte de una estrategia de intimidación más amplia, supuestamente orquestada por Marruecos, para desestabilizar el movimiento internacional de apoyo al Sáhara Occidental.
En las inmediaciones del edificio, se encontraron grafitis con frases como «Fuera el Polisario» y «El Sáhara Occidental es Marruecos», señalando que los responsables buscaban intimidar a quienes apoyan el derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación. Este incidente no es un hecho aislado. Desde hace años, Marruecos ha intensificado sus esfuerzos para silenciar las voces que respaldan la causa saharaui, recurriendo a tácticas que van desde la propaganda hasta el hostigamiento directo. «Este ataque es un claro intento de intimidar a quienes luchamos por la justicia y los derechos humanos en el Sáhara Occidental,” señaló la activista Mathilde Goldschmidt de “Global Aktion”. “Refleja la desesperación de Marruecos ante el creciente apoyo internacional hacia la autodeterminación del pueblo saharaui.”
Una posible escalada en una serie de ataques
El ataque a “Global Aktion” podría ser parte de una estrategia más amplia por parte de Marruecos para desestabilizar el movimiento solidario. En los últimos años, se han registrado múltiples intentos de desinformación, campañas de desprestigio y presión diplomática dirigidas contra activistas, organizaciones no gubernamentales y países que apoyan la causa saharaui.
Analistas internacionales han señalado que Rabat, ante la falta de avances en su intento de legitimar su ocupación del Sáhara Occidental, ha recurrido a tácticas cada vez más agresivas. Este ataque en Dinamarca podría marcar una nueva fase en esta estrategia, cruzando la línea hacia la violencia directa fuera de sus fronteras.
Desesperación de Marruecos ante el fracaso diplomático
El uso de la intimidación y el vandalismo refleja un nivel de desesperación de Marruecos, cuyo enfoque en el Sáhara Occidental ha encontrado un rechazo constante en el ámbito internacional. A pesar de los esfuerzos por imponer su propuesta de autonomía, numerosas resoluciones de la ONU y sentencias judiciales han reafirmado que el Sáhara Occidental es un territorio pendiente de descolonización.
“Marruecos está perdiendo la batalla diplomática y ahora recurre a tácticas de intimidación para acallar la solidaridad internacional,” indicó la representante del Frente POLISARIO en Dinamarca. “Estos actos solo demuestran cuán desesperados están por ocultar la verdad sobre su ocupación ilegal.”
Un llamado a la solidaridad y a la justicia
El ataque en Copenhague ha provocado una fuerte condena por parte de ONGes de derechos humanos y de la sociedad civil. Además, pone en tela de juicio el respeto de Marruecos por los valores democráticos y la libertad de expresión en países extranjeros. «Estamos indignados, pero no nos rendiremos,” afirmó la activista “Global Aktion”. “Este acto de violencia no nos detendrá. Continuaremos trabajando por un Sáhara Occidental libre e independiente.”
Este incidente, lejos de intimidar al movimiento solidario, ha servido como un recordatorio de la importancia de redoblar los esfuerzos en apoyo al pueblo saharaui. La lucha por la justicia y la autodeterminación del Sáhara Occidental sigue siendo un frente esencial para los defensores de los derechos humanos en todo el mundo.