Madrid, 12 Septiembre de 2020. –(ECSAHARAUI)
Por Salem Mohamed/ECS
El discurso del trono adquirió un matiz particular este verano, en medio de la pandemia de Covid-19. Si bien el país norteafricano ha sufrido un largo confinamiento y el libre movimiento vuelve a estar prohibido en determinadas ciudades del reino. El rey Mohamed VI quiso implicarse en la gestión de la crisis, pero sin éxito. Un compromiso imprescindible, mientras que éste, al penalizar el turismo, la economía de Marruecos, ya minada por las desigualdades, corre un grave riesgo ante el creciente descontento social.
Esta situación representa un nuevo desafío para la monarquía y para el Majzén, que ya enfrenta en los últimos años una persistente disputa en el Rif, crecientes tensiones sociales y la eterna disputa sobre el estatus del Sáhara Occidental.
¿Pero es éste realmente el caso? ¿De dónde obtiene el rey de Marruecos su legitimidad? ¿Qué reveló la crisis sanitaria sobre el poder marroquí?
¿Cómo ha evolucionado el país desde la llegada al trono de Mohamed VI, hace poco más de veinte años? ¿Qué futuro tiene la institución monárquica marroquí?
- «La crisis sanitaria en Marruecos es mucho menos grave, pero potencialmente devastadora dado el estado del sistema sanitario y la devastada economía del país. Existe, por tanto, una especie de recesión que afecta al Magreb y a Marruecos en particular, que, ante el endeudamiento del país y su incapacidad para producir capital, puede generar temores de una situación muy incierta en el plan económico y sanitario», opina Pierre Vermeren en la televisión pública francesa.
- «Marruecos es una monarquía establecida desde el siglo VIII, es uno de los estados más antiguos del mundo. Y, por lo tanto, la cuestión de la sucesión es absolutamente fundamental para este país: la primera dinastía reinante fueron los Idrissies, Idriss I era un descendiente directo de Ali, por lo que hay una cuestión de legitimidad histórica detrás de la monarquía. ¿Es esto suficiente? No, hoy sabemos que la legitimidad popular también es fundamental. La mayoría de los marroquíes se adhieren a la monarquía, pero al mismo tiempo exigen reformas importantes», opina por su parte. Kader Abderrahim en la misma televisión.
Todos los días, miles de personas afectados economicamente por el Confinamiento intentan desafiar a la policía y a los agentes locales del Ministerio del Interior a participar en actividades que les han permitido, hasta entonces, vivir día a día.
Monarchies au pied du mur (4/4) : Au Royaume du Maroc, un calme de façade via @franceculture https://t.co/84KZ5xxM2f
— Actualidad Saharaui 🇪🇭 (@Sahara_1951) September 12, 2020
Las drásticas medidas tomadas por las autoridades para limitar la propagación del virus tienen como objetivo principal adaptarse a la gran falta de infraestructura de salud que el país ha sufrido durante décadas.
Es la culminación de una larga política antisocial, muy bien resumida por el periodista económico Khalid Tritki: «Al final de esta crisis, si Dios quiere, recuerde que el sistema de salud viene antes del TGV, que la educación se antepone a los grandes teatros, la justicia se antecede al mundial … recuerda que los humanos se anteponen al concreto”.
Marruecos «tiene 250 camas en unidades de cuidados intensivos para casos graves y esto, en todas las regiones del reino», declaró, el 24 de marzo, el jefe de gobierno Saad Eddine El-Othmani, antes de retractarse torpemente ante la conmoción de esta cifra: «Para aclarar información incomprendida, escribió en su cuenta de Twitter, hay 250 camas de cuidados intensivos para pacientes potenciales (…) de lo contrario, Marruecos tiene más de 1.600 camas de cuidados intensivos en todo el territorio nacional».
Saad Eddine El-Othmani se convierte rápidamente en el hazmerreír de las redes sociales. Sus declaraciones ásperas y su falta de carisma sob objeto de busrlas y críticas en las redes sociales.
Mientras tanto, y no muy lejos del Día D, todavía hay silencio en el palacio. El rey es el gran «arlesiano» 2. Continúa «confinándose» a su legendario silencio, y ningún ministro se atreve a plantear el más mínimo escenario. Hasta cuando ? Misterio.