En los campamentos de personas refugiadas saharauis de Tinduf, las mujeres desempeñan un papel central en la organización de la vida cotidiana, la economía de subsistencia y la resistencia política de un pueblo condenado al exilio desde hace casi cincuenta años. En una entrevista concedida a Berria, Ragia Mohamed Elwali, responsable de la Casa de las Mujeres de Bir Gandus, describe cómo estos espacios se han convertido en auténticos núcleos de trabajo colectivo, solidaridad y empoderamiento femenino en el wilaya de Auserd, en condiciones marcadas por la precariedad y el abandono internacional.
Pero su testimonio va más allá del relato social o humanitario. Como afirma Ragia Mohamed Elwali en Berria, «solo queremos una bandera: la de la República Árabe Saharaui Democrática». Una declaración rotunda que sitúa el trabajo de las mujeres saharauis en el centro de la lucha por la autodeterminación y la independencia, y que rechaza sin ambigüedades las falsas soluciones basadas en la autonomía o la gestión económica de la ocupación. Desde Bir Gandus, la voz de Ragia recuerda que la resistencia saharaui también se construye cada día, taller a taller, sin renunciar jamás a la libertad.
(…)
Original en euskera: «Bandera bakarra nahi dugu: Saharako Errepublika Arabiar Demokratikoarena»
Descubre más desde
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.
