Borrell se extravió y apareció en Argel – Por Mah Iahdih Nan

Por Mah Iahdih Nan – OPINIÓN

Madrid (ECS).- Como es habitual la política de la UE navega sin rumbo, cada uno defiende sus propios intereses. No existe una política común y menos una defensa de los intereses generales del conjunto de la Unión Europea. Esto ha quedado patente en multitud de ocasiones en las que el comisario de turno ejerce más de representante de su país que de la Unión Europea.

El último caso que ilustra esta forma de actuación de la UE, es el viaje que acaba de realizar a Argelia el alto comisario en materia de exteriores de la UE, el Sr. Josep Borrell.

Aunque oficialmente, el objetivo de la visita es para reforzar la Asociación de la Unión Europea con Argelia, todos saben que Borrell le importa un bledo las relaciones UE-Argelia y que voló a Argelia a mediar en la crisis desatada por la irresponsable e imprudente decisión del dúo Sánchez-Albares de cambiar inconcebiblemente la posición española con respecto al Sáhara Occidental, para contentar al régimen marroquí y hacer saltar por los aires las relaciones con Argelia, país clave del Norte de África.

El nefasto dúo cuyo desconocimiento y torpeza les llevó a romper la posición clásica de neutralidad del Estado español, que data de 50 años. Sánchez y Albares, a parte de actuar en solitario, a cambio de nada y sin necesidad de hacerlo han metido la política exterior española, y en cierto modo la europea, en un callejón sin salida y sin retorno.

Han forzado a España y Europa a elegir entre una autocracia feudal que lleva más de 30 años chantajeando a Europa con el tráfico de personas y drogas, y uno de los principales países en el suministro de energía a la Unión Europea. Ahora mismo retroceder significa someterse a la coacción de la dictadura marroquí con el tema de la inmigración y mantenerse significa la pérdida de muchos millones de las empresas españolas y la muy probable pérdida en el futuro del suministro energético, este es el resultado de las decisiones de estos principiantes.

La principal misión de Borrell en Argel, es intentar arreglar el entuerto del dúo Sanchez-Albares

La decisión tomada por Sánchez a instancia de Albares, ha minado las relaciones entre las dos riberas del Mediterráneo, complicando todas las relaciones políticas y comerciales que afectan a muchísimas empresas especialmente del Levante español.

La insensata decisión de Sánchez-Albares ha provocado que la mayor parte del comercio entre Argelia y España se traslade a otros países de la zona como Italia, Francia y Portugal que se han visto enormemente beneficiados por las importaciones y exportaciones argelinas. Un país que en estos momentos dispone de una gran liquidez monetaria y sin apenas deudas exteriores.

Aunque el Gobierno español haya reconocido que no midió las consecuencias de su decisión, cuando envió aquella infame carta al Sátrapa marroquí; ello no significa una vuelta a las posiciones de partida, que existían antes del 14 de marzo de 2022, aún se mantienen en sus treces, ya que en la última RAN con Marruecos de hace poco más de un mes, han confirmado en la declaración final su adhesión a aquella posición.

Ahora Sánchez y Albares andan dando palos de ciego; empezaron amenazando al gobierno soberano de Argelia con sanciones y suspensiones de la UE, después siguieron con la obstaculización y obstrucción de las relaciones comerciales entre Argelia y algunos países europeos, más tarde intentaron torpedear los trabajos, las reuniones y los acuerdos de la Comisión mixta argelino-europea. En medio de todas estas presiones han mandado a Argel a varios enviados para mediar, intentando arreglar el desaguisado.

Borrell, es el último de esos enviados de esta incompetente y obtusa política española, que práctica el viejo truco del poli bueno – poli malo. Ahora llega a Argel el poli bueno Borrell disfrazado de comisario europeo para intentar engatusar al gobierno argelino para que renuncie a la defensa de la legalidad y el derecho internacional y plegarse ante las extorsiones del régimen marroquí.

Borrell, cree que la diplomacia es decirle a cada uno lo que quiere oír. Hace poco más de un mes en Rabat le dijo al Majzén marroquí lo que querían escuchar; que apoya la ilegal, inviable e irrealizable solución de la autonomía y hace dos días en Argel dijo todo lo contrario; que estaba con las resoluciones de las Naciones Unidas, que inequívocamente piden el cumplimiento de las cartas de las Naciones Unidas que contemplan la autodeterminación del pueblo Saharaui.

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