El Frente Polisario reclama a la ONU: Iniciar un proceso político serio que contemple la autodeterminación del pueblo saharaui. Con este fin, es crucial el nombramiento de un Enviado Personal competente e independiente del Secretario General para el Sáhara Occidental.
Garantizar negociaciones directas entre las dos partes del conflicto, el Frente Polisario y Marruecos. Cualquier solución debe aprobarse por el pueblo saharaui, titular exclusivo y sujeto del derecho a la autodeterminación.
El Frente Polisario a la ONU: se debe restablecer el statu quo existente el día en que entró en vigor el alto el fuego el 6 de septiembre de 1991; Marruecos debe retirar con efecto inmediato su presencia ilegal en el muro y al otro lado de la Franja de protección en Guerguerat.
Garantizar la independencia e imparcialidad de la MINURSO. La Misión debe tratar a las dos partes por igual. Esto implica que todas las restricciones impuestas por Marruecos a la Misión deben eliminarse y que la ONU debe ejercer su autoridad exclusiva en el mandato de la MINURSO.
Es inaceptable que MINURSO a menudo informa sobre supuestos proyectos de inversión de la potencia ocupante y no informa sobre las continuas violaciones de los derechos humanos fundamentales de los saharauis y el saqueo sistemático de los recursos naturales del Territorio.
Asumir plena y efectivamente la responsabilidad de la ONU hacia el Sáhara Occidental, que sigue siendo un territorio no autónomo, y hacia su pueblo, como lo reafirmó reiteradamente la Asamblea General.
Esto incluye garantizar la protección de los derechos políticos, económicos, sociales y culturales del pueblo saharaui, incluido su derecho sobre sus recursos naturales, y la presentación de informes sobre la situación en el territorio a los organismos de las Naciones Unidas.
Es inaceptable que, debido al chantaje de Marruecos, el SRSG y el Jefe de MINURSO no puedan reunirse con el Frente POLISARIO en las áreas del Sáhara Occidental bajo el control efectivo del Frente POLISARIO.
Estas son acciones indispensables que deben tomarse para restaurar la confianza de nuestra gente en el proceso de paz de la ONU porque no podemos participar en ningún proceso que no disfrute de la confianza y el apoyo de nuestra gente.
Reiteramos nuestro compromiso con una solución pacífica del conflicto, pero nunca podremos ser socios en ningún proceso que no respete y prevea el ejercicio por parte de la gente del Sáhara Occidental de su derecho inalienable a autodeterminación e independencia.