Organizaciones y asociaciones europeas, junto a la comunidad saharaui, volvieron a denunciar en Bruselas la política de la Comisión Europea orientada a normalizar la ocupación marroquí del Sáhara Occidental a través de acuerdos económicos ilegales. La protesta tuvo lugar el miércoles frente a la sede de la Comisión Europea y sirvió para exigir el fin del expolio sistemático de los recursos naturales saharauis, realizado mediante acuerdos firmados con Marruecos sin el consentimiento del pueblo saharaui, legítimo titular de dichos recursos. Los participantes reafirmaron su apoyo firme al derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación y a la soberanía plena sobre sus riquezas naturales.
Durante la concentración, la eurodiputada Ana Miranda, del grupo Verdes–Alianza Libre Europea, subrayó en declaraciones a la prensa que el pueblo saharaui es el único propietario legítimo de sus recursos naturales. Miranda denunció que la firma de acuerdos que incluyen el Sáhara Occidental sin la aprobación de su representante legítimo constituye “una complicidad directa con la ocupación marroquí y una violación flagrante de los principios de la justicia europea”. En este sentido, advirtió de que la persistencia de la Comisión Europea en ignorar las sentencias del Tribunal de Justicia de la Unión Europea socava gravemente la credibilidad de la UE y revela un sesgo injustificado contrario al derecho internacional.
Por su parte, el responsable del área de trabajadores saharauis, el activista Omar Mohamed Salem Tayeb Laamir, explicó que decenas de saharauis llegados desde Francia, España, Bélgica y Países Bajos participaron en la movilización para expresar su rechazo frontal a unos acuerdos que calificó de “ilegales” y que, en la práctica, otorgan cobertura política y jurídica al saqueo organizado de los recursos del Sáhara Occidental por parte de la ocupación marroquí. Laamir destacó que la comunidad saharaui en Europa mantiene una posición unitaria y clara: cualquier acuerdo económico que incluya el Sáhara Occidental sin el consentimiento de su pueblo contribuye directamente a sostener la ocupación y a perpetuar el expolio.
En la misma línea, el responsable de la comunidad saharaui en Europa, Mohamed El Aghdaf Aoua, puso en valor el papel esencial de la diáspora saharaui en el continente europeo como pilar del apoyo internacional a la causa saharaui. Recordó que el pueblo saharaui lleva décadas enfrentándose a una colonización cuyo objetivo es el control de su territorio y de sus recursos, y subrayó que la movilización de la comunidad en Europa es clave para frenar las ambiciones de Marruecos y mantener viva la voz del Sáhara Occidental en los foros internacionales.
La movilización concluyó con un comunicado final en el que los participantes denunciaron que los acuerdos entre la Unión Europea y Marruecos representan un fraude político y jurídico, al ignorar deliberadamente las sentencias del Tribunal de Justicia de la UE. En particular, recordaron la decisión del 4 de octubre de 2024, que establece de forma inequívoca que cualquier acuerdo que afecte al Sáhara Occidental debe contar con el consentimiento del pueblo del territorio, en tanto que titular soberano del mismo. Una exigencia clara que la Comisión Europea continúa eludiendo, en abierta contradicción con el derecho europeo e internacional.
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