Asunto: Iguales principios.

Excmo. Sr. ministro,

En la entrevista que mantuvo Vd. anoche en el espacio 24 horas de Televisión Española, aludió Vd. a la integridad territorial y a la soberanía de los estados como principios básicos de la carta de Naciones Unidas, a la identidad propia basada en los valores europeos. Daba gusto escuchar esas palabras de su boca. Un alivio, porque a veces nos ha hecho dudar. No en una ni en dos, sino en tres ocasiones se pronunció Vd., categórico, a propósito de Groenlandia, de Siria, y de la propia Unión Europea.

Ya puestos, porque “esos principios básicos España siempre los va a proteger y defender”, solo falta que esos principios y valores los aplique también al Sahara Occidental, una “provincia española” entregada ilegalmente por España hace pronto 50 años y que sigue ocupada por Marruecos. La verdad es que la palabra integridad territorial quien más la ha esgrimido es Marruecos haciendo un uso torticero del término, porque la integridad territorial se le debe al Sahara Occidental, no a su ocupante.

Por ir avanzando, ahora tras las palabras mágicas integridad territorial y soberanía habría que seguir en la misma línea con el “referéndum de autodeterminación”, ese que Marruecos se comprometió a aceptar cuando pidió un alto el fuego en 1991 y que lleva 34 años rechazando sin que los gobiernos españoles se hayan alarmado nunca lo más mínimo.

En la próxima entrevista sería buenísimo escuchar su defensa de un referéndum de autodeterminación para el territorio no autónomo del Sahara Occidental, atendiendo así a las exigencias del derecho internacional, a la posición de España como potencia administradora del Sahara Occidental, y también a su propio criterio de defensa de los principios aludidos por Vd.

Hablando de la ocupación del Sahara Occidental, aquí va un motivo para alegrarse porque los estudiantes saharauis Hussein Bourkba y Ayman El Yathribi, sentenciados por un tribunal marroquí a 10 años y 10 años por defender la causa saharaui frente a estudiantes marroquíes, han visto rebajada su pena a 2 años cada uno, en apelación. Un regalazo. En realidad, la imputación iba de robo y violencia, y, aunque varios testigos se retractaron, había que condenarles. Por expresarse.

Cristina Martínez Benítez de Lugo

Participante en el Movimiento por los Presos Políticos Saharauis