Madrid, 09 Febrero de 2021. – (ECSAHARAUI)
La documentación resulta crucial ya que desmontaría las falacias que lanza el régimen marroquí, desmintiendo lo ocurrido o minimizándolo. La experiencia nos enseña que cuando Marruecos dice algo siempre es lo contrario, durante la primera guerra; siempre reducían los daños sufridos y convertían los comunicados en batallas por el relato.
Vemos como la RASD y el Frente Polisario mantienen su palabra en línea con sus actos, mientras Marruecos la usa, manipula, compra, retuerce y maquilla a su antojo, de ahí que no permitan la entrada de periodistas extranjeros y silencien la cobertura del conflicto en su país, otorgándoles el control absoluto del relato.
Marruecos continúa negando y rechazando la existencia de la guerra, sin embargo su diplomacia y política exterior gira en torno a ella, y en política interior vemos como han iniciado medidas de reclutamiento militar. Hasta su economía gira en torno al conflicto; buscando irrefrenablemente financiación para iniciar proyectos en los territorios ocupados como forma de consumar y consolidar su expansionismo. Ingentes cantidades de dinero van a conseguir la apertura de consulados en los territorios ocupados, como si sirviera para algo más que ser un signo de ostentación y vacilación al carecer de validez y de ciudadanos de los países en cuestión. Además, la mayoría de ellos, son de países cuyo peso internacional y transparencia brillan por su ausencia.