Ahmed Zain.
ECS. Madrid. | El pasado Noviembre los saharauis denunciaban que la ONU y Marruecos les habían empujado a la guerra, se espera que con la nueva resolución, la ONU no abra las puertas a una escalada militar en una región que está recalentándose peligrosamente y cuya »chispa» reside en dicha resolución.
La semana entrante es crucial para el posterior desarrollo del conflicto del Sáhara Occidental, que vive en estado de guerra abierta desde el pasado Noviembre cuando el estado de ocupación marroquí violó el alto el fuego al incursionar en un área restringida, atacar a civiles saharauis que se manifestaban, anexarse una nueva franja del territorio y construir un nuevo muro en una zona que la ONU señaló en 2016 que suponía una violación del alto el fuego, sin embargo aún guarda un vergonzoso silencio dudando si condenar o no al régimen por desatar una guerra que se mantuvo casi treinta años detenida.
Los EE.UU presentaron el proyecto de resolución que este medio publicó en exclusiva tras obtener una copia, y que votarán los miembros del Consejo de Seguridad esta semana. Un proyecto que los saharauis califican de »tibio» dado que obvia innumerables sucesos que han agravado el conflicto además de que no se enfoca en la parte que está obstaculizando el proceso de paz. Argelia por su parte lo calificó de »desequilibrado». Y es que los saharauis no aguantan más, su paciencia y exhibición diplomática en estas últimas tres décadas no han sido valoradas por la comunidad internacional ni por la ONU.
El proyecto de resolución no incluye un mecanismo para supervisar los derechos humanos en los territorios ocupados, donde la misma ONU tiene conocimiento de la incesante represión que ejercen las fuerzas de ocupación marroquíes contra civiles saharauis por el mero hecho de serlo. Una necesidad que los senadores estadounidenses exigieron a su Secretario de Estado, Anthony Blinken en una carta firmada por James Inhofe y Bernard Sanders, entre otros senadores. Una exigencia similar las solicitadas por los parlamentarios británicos desde hace meses, especialmente a la luz de los casos de Sultana Jaya, activista saharaui retenida en su domicilio por más de once meses, y el preso político Mohamed Lamin Haddi, quien sobrevive en paupérrimas condiciones en una prisión marroquí.
La MINURSO se creó para supervisar el alto el fuego y la ejecución de un referéndum de autodeterminación en el Sáhara Occidental. Así lo lleva plasmado en su nombre, sin embargo, la injerencia de potencias extranjeras (Francia y EE.UU) y la actitud nada diplomática consentida a Marruecos han pospuesto su principal labor; el referéndum. Guterres ya señaló en su informe que los trabajos del Comité de Violaciones cesaron el 13 de Noviembre, el día que estalló la guerra tras la violación marroquí.