Don Felipe, como Rey de España y Jefe del Estado nos dirigimos a Ud., una vez más, con la esperanza de que, en la medida de sus posibilidades, contribuya a la búsqueda de una solución definitiva de un conflicto que el Estado español creó y que, por responsabilidad histórica y obligación legal, debe contribuir a solucionar: la descolonización del Sahara Occidental.
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