Decenas de menores y jóvenes semidesnudos obligados y hacinados junto a unos vehículos de la policía marroquí, con rastros en el cuerpo de haber sufrido vejaciones. Es la denuncia que vocea este martes la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH) tras días de arrestos de menores y jóvenes que trataban de acceder a Ceuta desde la vecina localidad marroquí de Fnideq (Castillejos)El domingo el ministerio del Interior español calificó de “extraordinario trabajo” la actuación policial marroquí.

“Las autoridades han tratado a los menores y jóvenes marroquíes que han intentado entrar en Ceuta y Melilla en los últimos días de un modo cruel, humillante y degradante. Resulta insoportable”, lamenta la citada ONG que difunde las imágenes en las que se ven a los detenidos obligados a permanecer sentados, con las manos sobre la nuca.

“Desnudando a los menores, sometiéndoles a violencia en sus espaldas causándoles heridas para luego ponerlos en el suelo en escenas humillantes comparables a las que se ven en Palestina. No a la humillación y tortura de nuestros niños para complacer a los españoles”, agrega la asociación. Entre la noche del sábado y el domingo cientos de menores y jóvenes, que habían sido convocados por las redes sociales, trataron de saltar la valla de Ceuta o llegar a nado a la costa ceutí ante un despliegue policial que muchos tildaron de “sin precedentes”.

Falta de alternativas económicas

Desde entonces diversas organizaciones de derechos humanos han denunciado “La militarización excepcional y sin precedentes en los municipios de Beni Enzar y Castillejos en la frontera con las dos ciudades autónomas” y la campaña de represión, redadas y arrestos que ha llevado a cabo el aparato policial marroquí para tratar de frustrar el deseo de cientos de jóvenes de abandonar Marruecos ante las nulas expectativas económicas. “Militarizar el Rif [la empobrecida región marroquí fronteriza con España] ante la falta de la tan esperada alternativa económica”, denuncian desde esta asociación, que exige la apertura de una investigación por el mal trato sufrido por los arrestados y la persecución judicial de los responsables.

La ONG denuncia, además, el arresto arbitrario de menores y jóvenes en ciudades del norte de Marruecos así como “la deportación arbitraria de muchos de ellos en autobuses y en condiciones difíciles”. “Algunos de ellos han sufrido la violencia de golpes e insultos y han sido acusados de cargos fabricados”, agregan. “Todo esto para satisfacer las políticas de inmigración españolas”, recalcan quienes afean la “gran presencia de fuerzas públicas” en estas zonas fronterizas donde existe “una sofocante crisis económica y social desde el cierre de las fronteras” sin que las autoridades ofrezcan alternativa alguna para las «miles de personas que han estado viviendo del comercio fronterizo». “En lugar de la prometida alternativa económica y social que esperaban los residentes después del cierre de las fronteras solo veréis más militares y seguridad”.

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