El Ayuntamiento de Donostia busca seis familias para completar la acogida a una docena de niños saharauis de 10 a 12 años procedentes de los campamentos de refugiados de Tinduf, en Argelia, durante este próximo verano.

El concejal de Diversidad e Inclusión, Íñigo García, ha presentado este viernes la campaña de captación de nuevas familias para el programa Vacaciones en Paz-Oporrak Bakean, que el consistorio donostiarra tiene en marcha, en colaboración con el Frente Polisario, desde hace 39 años.

Por medio de esta acción solidaria, muchos niños saharauis han pasado a lo largo de los años el verano en hogares de la capital guipuzcoana, «alejados de las duras condiciones del exilio en el desierto argelino», lo que supone para ellos «toda una experiencia vital», ha destacado el edil.

Al igual que el verano pasado, serán doce los menores en acogida durante los meses de julio y agosto, de los que seis repetirán estancia con las mismas familias con las que estuvieron el verano de 2024.

Nuevos hogares

Dos pequeños repetirían experiencia pero hace falta buscarles un nuevo hogar, al igual que los cuatro restantes, que visitarían por primera vez Donostia.

La inscripción de quienes deseen «vivir esta experiencia enriquecedora» estará abierta hasta el 15 de marzo (www.oporrakbakeandonosia.eus) y los requisitos principales no son más que «tener voluntad y buena disposición» y «capacidad» para acoger y atender al menor visitante en casa, ha indicado el edil, que ha precisado que puede apuntarse tanto parejas con o sin hijos menores como adultos solos.

Ha indicado que el departamento de Inclusión ofrece a las familias de acogida apoyo y asesoramiento, suministra a los menores tarjetas de transporte y de acceso a los polideportivos municipales y ofrece cursos de natación y otras actividades de ocio conjuntas, además de organizar las revisiones médicas que los menores deben hacer a su llegada.

El Ayuntamiento enviará información del programa a los centros escolares y ha organizado varias sesiones abiertas a la ciudadanía para difundirlo y captar nuevos hogares, así como talleres de cultura árabe en varios ‘haurtxokos’ de la ciudad.