El Grupo de Artillería Antiaérea del Regimiento Mixto de Artillería Nº 30 de la Comandancia General de Ceuta participó con unidades del Mando de Artillería Antiaérea en una integración aérea real, enlazando con el Centro de Mando, Vigilancia, Identificación y Control del Ejército del Aire y del Espacio en Canarias.

Recientemente, el Gobierno reconoció que conversaciones con Marruecos sobre la gestión del espacio aéreo del Sáhara Occidental, actualmente dependiente de los controladores de las Islas Canarias. Ya en una respuesta parlamentaria hace un año, el Gobierno admitía que estos contactos con Marruecos «se circunscriben a la gestión de los espacios aéreos», además de a la coordinación «entre ambas partes» en aras «de conseguir mayor seguridad en las conexiones y cooperación técnica».

Hay que subrayar que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, viajó a Marruecos el pasado 22 de febrero para mantener un encuentro con el monarca marroquí, Mohamed VI. Una reunión de la que apenas se informó, en sintonía con la opacidad de otras ocasiones. Algunos medios publicaron que Sánchez habría accedido a la condición impuesta por el rey marroquí de traspasar a Marruecos la gestión del tráfico aéreo sobre el Sáhara. Pero lo cierto es que, más allá de la anteriormente citada respuesta parlamentaria, no se sabe en qué punto se encuentran los contactos.

El espacio aéreo canario es gestionado por la empresa pública Enaire, que también se ocupa de regular la navegación aérea en el Sáhara Occidental, a través del centro de control de Gran Canaria. Esta situación se desarrolla de conformidad la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), organismo especializado de Naciones Unidas en la regulación de la aviación a nivel internacional. Según la legalidad internacional, la gestión del espacio aéreo del Sáhara ocupado corresponde a España.