La Corporación escucha a los menores y a la Asociación Navarra Amigos del Sahara que refieren cómo el conflicto armado sigue deteriorando la situación
La Asociación Navarra Amigos del Sahara lleva, desde 1997, organizando acogimientos familiares u otros recursos para traer a niños y niñas de entre 6 y 12 años a la Comunidad foral durante los meses de verano. En principio se trata de ofrecerles una vía de escape temporal frente a las altas temperaturas que se sufren en esa zona desértica en esta época del año y que muchas veces exceden los 55 grados y, de paso, romper la rutina diaria del campamento de refugiados ofreciéndoles unos días de ocio muy distinto, con actividades y planes como acudir a la piscina, a la playa, conocer la ciudad, etc.
Pero, por debajo, hay objetivos paralelos: cuidar algo su salud mediante revisiones médicas e incluso obtener acceso a operaciones quirúrgicas y tratamientos que allí no son accesibles, y mejorar algo su pauta de alimentación. Unos objetivos ahora acuciantes ya que, desde que en 2020 se diera por acabado el alto el fuego entre el Polisario y Marruecos, Tindouf está en situación bélica. El Programa Mundial de Alimentos ha reducido un 30% la cesta básica que distribuye a la población en los campamentos; según la asociación, los menores en Sahara hacen una comida cada dos o tres días y carecen de medicamentos.
La recepción ofrecida por el Ayuntamiento ha contado con la presencia del delegado y subdelegado saharaui en Navarra Hamdi Aomar Ahmed y Mohamed Abdalahi Ragani, respectivamente; del presidente de la Asociación Navarra Amigos del Sahara, José Ochoa Segura; y de la responsable del programa ‘Vacaciones en Paz’ de la asociación, Carol García Pellejeros. La asociación, además de este programa “de respiro”, trabaja durante el año en la sensibilización de la comunidad navarra en torno a la situación de la población saharaui. En el acto de hoy, a los menores se les ha entregado una mochila con cartulinas blancas con imágenes de gigantes y kilikis para colorear, pinturas, taza con el cartel de San Fermín 202 y un yo-yo con el logo del Ayuntamiento. Los asistentes han podido visitar, además, las dependencias municipales.