Para los saharauis que viven bajo las duras condiciones climatológicas de la Hammada, las semillas de cebada y el sol son una combinación que da vida.
Kadiha Abdelfatah Mohamed sonríe mientras vierte leche de cabra en una taza de té. Nunca la leche había sabido tan bien. Este sabor se debe a que Kadiha alimenta sus cabras con pasto que ella misma ha plantado en el medio menos imaginable: el desierto del Sáhara.
Artículo original y completo en: El Confidencial Saharaui: Campos saharauis: Plantación de pastos en pleno desierto.