El pleno del Congreso de este 10 de diciembre dejó una imagen difícil de maquillar: el Gobierno de Pedro Sánchez está completamente solo en su postura sobre el Sáhara Occidental. La comparecencia de José Manuel Albares, marcada por omisiones y una lectura parcial de la resolución 2797 de la ONU, terminó convertida en un juicio político sobre el giro de 2022 y la alineación de España con las tesis marroquíes.
Frente al ministro, una mayoría abrumadora del arco parlamentario —incluidos socios de gobierno, partidos de investidura y oposición— defendió con claridad la legalidad internacional, la responsabilidad histórica de España y el derecho de autodeterminación del pueblo saharaui. La intervención de la diputada saharaui Tesh Sidi se convirtió en el punto culminante de un debate que evidenció la fractura entre el Gobierno y el consenso democrático sobre la descolonización pendiente.
Lo que pretendía ser una explicación terminó siendo un espejo: hoy, el Congreso mostró que la política de cesión ante Marruecos no tiene respaldo más allá del PSOE.
Un ministro aislado en el pleno
La comparecencia de José Manuel Albares en el Congreso este 10 de diciembre dejó una imagen clara. El Gobierno está solo en su postura sobre el Sáhara Occidental. El ministro citó de forma parcial la resolución 2797 de la ONU y evitó toda mención a la autodeterminación. El resto de fuerzas políticas criticó el giro de Pedro Sánchez en 2022 y su alineamiento con la estrategia de Marruecos.
La mayoría del hemiciclo señaló que España ha abandonado el marco del derecho internacional. También denunciaron la falta de transparencia del Gobierno y su renuncia a su condición de potencia administradora.
Tesh Sidi marca el tono del debate
La intervención más destacada fue la de Tesh Sidi, diputada de Sumar y nacida en los campamentos saharauis. Su discurso fue directo. Recordó que la memoria no se borra y que la posición del PSOE ha cambiado sin explicación. También denunció que Albares evitara la palabra autodeterminación, pese a que el PSOE la defendía en 2019. Sidi habló de un “derecho internacional selectivo” y afirmó que “los militantes socialistas no están con usted en esto”.
Tras ella, otras voces reforzaron el mensaje. Sumar subrayó que no hay solución sin la libre determinación. ERC criticó que el PSOE apoye acuerdos agrícolas con Marruecos. Junts recordó los 50 años de abandono. EH Bildu denunció la incoherencia entre defender un Estado para Palestina y negarlo a los saharauis. El PNV alertó de que España se ha convertido en “operador necesario” de la estrategia marroquí. Podemos advirtió del riesgo de aceptar a Marruecos como “gendarme del Magreb”.
Críticas de la oposición y un mensaje final del Congreso
El PP también fue muy duro. Habló de “oscurantismo” y de un giro realizado sin informar al Parlamento. Señaló que la resolución de la ONU sí incluye la autodeterminación y preguntó por qué el ministro la oculta. Su frase más citada fue: “Imagino que la UCO aportará luz sobre por qué se apoyó el plan marroquí.” Vox coincidió en un punto clave: España está adoptando el lenguaje político del majzén en documentos oficiales.
Todo esto chocó con la defensa del ministro, que volvió a leer solo la parte de la resolución que menciona la propuesta marroquí. Omitió la libre determinación y las negociaciones sin condiciones previas. Esta selección no es casual. Forma parte de una estrategia para mostrar la propuesta marroquí como si tuviera el aval de la ONU.
El debate dejó claro algo más profundo. España ha subordinado su política exterior al equilibrio con Rabat. Con ello ignora resoluciones internacionales, sentencias europeas y su responsabilidad histórica. La soledad del PSOE no es un hecho aislado. Es el reflejo de un rechazo general a renunciar al derecho internacional.
En el Día de los Derechos Humanos, el Congreso lanzó un mensaje firme. El Sáhara Occidental no es una cuestión diplomática menor. Es un proceso de descolonización pendiente. Y España tiene obligaciones jurídicas y morales. Hoy quedó claro que, salvo el PSOE, nadie acepta la narrativa que Rabat intenta imponer. Albares no obtuvo respaldo. Solo encontró su propio reflejo.
Carlos C. García – Plataforma «NO TE OLVIDES DEL SAHARA OCCIDENTAL»
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