El disfrute de enseñar jugando para los niños refugiados de los campos de Tinduf | El Comercio: Diario de Asturias

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El disfrute de enseñar jugando para los niños refugiados de los campos de Tinduf | El Comercio: Diario de Asturias

 

El Consistorio inaugura una nueva jornada del programa ‘Verano en Paz’ con actividades por toda la ciudad para los veinte pequeños saharauis

R. FRANCÉS. OVIEDO.

Pocas cosas, o casi ninguna, hay más gratificantes que el amor y la sonrisa de un niño. Ambas dos se unieron ayer, por decenas, en la plaza del Conceyín de La Corredoria cuando un grupo de padres adoptivos -aunque sea sólo por el verano apenas- se encontraron con los veinte niños saharauis de los campos de refugiados de Tinduf a los que apadrinarán, cuidarán y querrán con toda su intensidad durante los próximos casi dos meses.

Todo ello dentro de un programa promovido por el Ayuntamiento y que lleva ya 23 años en funcionamiento. El objetivo es que vivan nuevas experiencias y que se relacionen con los niños de la ciudad. La iniciativa, ‘Verano en Paz’, intenta dar una segunda vida feliz a niños que no pueden disfrutar de unas vacaciones a la europea en su lugar de nacimiento, como es el caso de los refugiados saharauis.

«Ha sido iniciativa del Ayuntamiento a través de la Concejalía de Políticas Sociales porque apoyamos lo que son las diferentes actividades que desarrolla la asociación solidaria con el pueblo saharaui. Llevamos apoyando el programa de ‘Verano en Paz’, económicamente, institucionalmente e incluso personalmente desde hace 23 años», destacó la responsable municipal. Todos los años y este 2023 no podía ser uno menos. La Concejalía organiza actividades al aire libre para que los padres adoptivos puedan ofrecer a los niños saharauis una actividad de apoyo que los ayude en su cuidado y en el día a día.

«Llevamos apoyando el programa económica, institucional y personalmente desde hace 23 años»

 

Lo importante es que se trabaja todo lo relacionado con el ocio y el tiempo libre para los niños, porque lo que necesitan es precisamente eso: disfrutar y olvidarse aunque sea por unos días del campamento de refugiados de Tinduf y ser felices.

En este caso, el trabajo en La Corredoria tuvo mucho que ver con la educación medioambiental, las vías de circulación y la seguridad vial. El objetivo del programa es ir enseñando a los niños la ciudad a través de actividades educativas. Por esta razón, cada día visitarán un lugar representativo de Oviedo en el que aprender y disfrutar con diferentes juegos. La realidad de estos niños, que acumulan una gran carga de sufrimiento en sus vidas, encoge el corazón de sus padres de acogida y del resto, aunque en cuanto sonríen y se les ve disfrutar, a estos se les cae la baba.

La plaza del Conceyín de La Corredoria fue ayer un lugar de encuentro de culturas, un lugar de felicidad para esos veinte niños saharauis que disfrutarán durante más de un mes de una vida desprovista de sus preocupaciones habituales. Lejos del campo de refugiados, donde el agua y la comida tienden a escasear.

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