El documental ‘Mariem’ recoge uno de los últimos testimonios de la cantante saharaui Mariem Hassan – del blog de Lluís Rodríguez Capdevila 

El documental ‘Mariem’ recoge uno de los últimos testimonios de la cantante saharaui Mariem Hassan – del blog de Lluís Rodríguez Capdevila 

Aquel año, Mariem Hassan nos dejó para siempre, aunque también para siempre quedaron su voz y sus canciones. La que ha sido la cantante más representativa de la música haul saharaui viajó ese verano a los campamentos de refugiados saharauis para acabar sus días entre los suyos en una jaima en la hamada argelina de Tinduf, donde había llegado casi 40 años antes huyendo del ejército marroquí, que había entrado en el Sáhara Occidental para ocupar el territorio.

Desde entonces, fue toda una vida dedicada a lo que más quería: su gente, la música y la tierra que un día tuvo que abandonar. Es difícil llenar ese vacío que dejó Mariem, quien, a través de su voz, se convirtió en una excelente embajadora de su pueblo haciendo llegar la cultura y la causa saharaui a todos los rincones del mundo. Murió la persona, pero nació la leyenda.

Conocí a Mariem hace casi veinte años a raíz de la grabación de Saharauis, entre la ocupación y el exilio (2010), un documental que estábamos preparando por aquel entonces. Dada su significancia en la cultura y la sociedad saharauis, Mariem Hassan entraba como prioridad en la previsión de entrevistas. Queríamos que la filmación fuera en un lugar emblemático de la música en la ciudad en la que vivíamos y conseguimos que el Auditori de Barcelona abriera para nosotros aquel día solo para la entrevista. Con ese privilegiado entorno a nuestra disposición, la grabación discurrió en un ambiente apacible pero lleno de fascinación por la sugerente conversación que estábamos manteniendo con Mariem, quien no borró su sonrisa en toda la tarde. Porque así era ella: agradable en el trato, incluso con los desconocidos, como éramos nosotros en ese primer encuentro. Y esa sencillez y gratitud continuó todo el tiempo que vino después.

Mariem Hassan nació cerca de la ciudad santa de Smara cuando esta pertenecía a lo que antes era el Sáhara español. Su familia se dedicaba al cuidado de rebaños, pero el ambiente doméstico era muy dado a la música y la poesía y Mariem ya cantaba de muy joven. Nos explicó que echaba de menos la libertad que tenían entonces en su propia tierra para poder cantar y bailar la música saharaui en las casas y en las calles sin demasiadas prohibiciones, aunque las había, como las reuniones clandestinas del recién creado Frente Polisario en una de las cuales Mariem llegó a protagonizar una huida de la policía colonial española escapando por una ventana.

Pero cuando contaba con 17 años, tuvo que huir de una forma más definitiva desierto adentro, como buena parte de la población saharaui. Eran los días de la Marcha Verde y los Acuerdos Tripartitos de Madrid, en 1975, cuando la invasión del ejército de Marruecos invadió el Sáhara español a sangre y fuego por el norte mientras que Mauritania lo hacía por el sur. España, doblegada a las exigencias de Marruecos, abandonó el Sáhara Occidental sin hacer uso de la responsabilidad que tenía como potencia colonial de ese territorio pendiente de descolonización.

Mariem y su familia dejaron para siempre la que ahora es la Smara ocupada. Huyeron con lo puesto y algunas garrafas de agua desierto adentro hasta llegar a Mheiriz, donde ya habían acudido otros saharauis que también huían del ejército y la aviación marroquí. Luego llegaron a Tifariti y, antes de que esta fuera bombardeada, les recogió un camión que finalmente los llevó a la hamada de Tinduf, ya en Argelia, donde se asentaron los campamentos de refugiados saharauis.

Allí pasó los siguientes 27 años. Fueron los años de la guerra y los de las primeras negociaciones después del armisticio de 1991. Durante todo este tiempo que pasó en los campamentos de Tinduf, concretamente en el campamento que lleva el nombre de la ciudad que la vio nacer, Smara, se hizo enfermera, tuvo a sus 5 hijos y perfeccionó su voz haciéndose cada vez más conocida y llegando a consolidar su carrera como cantante.

El primer grupo musical en el que participó fue El Uali, que debía su nombre al que fue secretario general del Frente Polisario y primer presidente de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), muerto en combate en 1976. El grupo revolucionó el panorama musical saharaui pretendiendo mostrar la vigencia cultural del haul. La formación viajó a varios países llegando a participar en diversos actos de cierto contenido político y topándose, en algunos de ellos, con marroquíes que venían a las actuaciones con objeto de boicotearlas. Eran los años de la guerra con Marruecos, y de este tiempo también es el disco Polisario vencerá (1982), publicado en formato doble LP por Guimbarda y reeditado por el sello discográfico Nubenegra en 1998.

Mariem solo pudo participar ocasionalmente en algunas de las salidas del grupo al extranjero ya que, como también ocurría con las otras mujeres, el nacimiento de los hijos y su crianza dificultaba la dedicación a la banda y a las grabaciones de los temas.

Pero pasaban los años y el nombre de Mariem Hassan era cada vez más conocido. Su talento empezó a destacar traspasando fronteras. Este impulso de su carrera como artista está ligado a Nubenegra, que, con Manuel Domínguez al frente, saca, en 1998, la caja de discos compactos Saharauis, en la que Mariem participa en algunas de las canciones del disco A pesar de las heridas. De una de una estas canciones, Hijos de la revolución, es el siguiente vídeo registrado en aquellos primeros años y subido posteriormente a Promonubenegra, el canal de Nubenegra en YouTube:

Son canciones que hablan del exilio, el éxodo tras la Marcha Verde, los mártires de la guerra o el sufrimiento generalizado del pueblo saharaui que, tras años de estar lejos de su tierra, solo piensa en volver a ella. Pero, sin duda, una pieza excepcional de este disco es Canción de la intifada, compuesta por la propia Mariem e imprescindible en todas las actuaciones que tuvo posteriormente con Leyoad, el grupo que formó junto a Nayim Alal.

Después vinieron los discos Mariem Hassan con Leyoad (2002) y Medej (2004). Este último es una compilación que se hace de medej, que son cánticos espirituales y tradicionales y que, en el disco, también son cantados por otras destacadas voces del exilio, como las grandes de los medej saharauis Jeirana y Faknash.

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